El patrón de un buque de Ondarroa fallece en accidente laboral en el puerto de La Rochelle
·ELA y LAB se concentraran a las 11.00 ante la sede de la asociacion de armadores de la localidad vizcaina
El patrón del barco Goizalde de Ondarroa, Jesús María Santamaría, de 45 años, perdió la vida el miércoles a las diez de la noche en el puerto francés de La Pallice, en La Rochelle. El siniestro mortal se produjo al atraparle una carretilla elevadora mientras procedía a la descarga de pescado. Entre enero de 2001 y agosto de 2006, se han producido 21 fallecidos en el sector pesquero, uno de los más peligrosos de la Unión Europea.
BILBO
El accidente mortal se produjo en el puerto francés de La Pallice, según Osalan, cuando Jesús María Santamaría, de 45 años, estaba realizando tareas de descarga del pescado capturado. Por causas que se desconocen, el patrón del buque Goizalde, que pertenece a la empresa Larramendi SL con base en Ondarroa, resultó atrapado por la carretilla elevadora por la cintura. Una hora después del accidente, que se produjo a las diez de la noche, falleció por las heridas que le causó en la cintura al volcar la máquina.Fuentes autorizadas de Osalan dijeron desconocer las causas del accidente de trabajo. Mientras tanto, los sindicatos ELA y LABhan convocado para hoy una concentración a las 11.00 frente a la Asociación de Armadores de Altura del Puerto de Ondarroa para «denunciar esta nueva muerte y las condiciones laborales que propician esta sucesión interminable de accidentes mortales en el trabajo». Con ésta, son al menos 93 los fallecidos en accidente laboral en Euskal Herria en lo que llevamos de año, lo que muestra la gravedad de este problema.
Actividad peligrosa
El sector pesquero es una de las actividades económicas más peligrosas de la Unión Europea. Según los datos de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, el promedio de accidentabilidad laboral para los arrantzales es 2,43 veces, mientras en el sector de la Construcción se sitúa en 1,41; en los Servicios Sociales y los Sanitarios, es de 1,34 veces y en el resto de sectores el promedio de sufrir un accidente se reduce a 1,32 veces.El sector pesquero está considerado por las organizaciones internacionales de «alto riesgo» y, sin embargo, las condiciones de trabajo y de prevención en materia de seguridad y salud laboral todavía están lejos de ser una realidad. Según los datos estadísticos, la flota vasca de altura y bajura empleó en 2005 a un total de 3.077 arrantzales. Según los datos cerrados de 2005, el año pasado se produjeron 90 accidentes de trabajo por cada mil empleados, uno de los más altos en estos momentos en el conjunto de Euskal Herria. El año pasado fallecieron dos trabajadores y se produjeron 51 bajas por enfermedad, una de ellas de carácter grave. Según los registros de Osalan, entre enero de 2001 y agosto de 2005 han fallecido un total de veintiún arrantzales, una cifra muy importante para la escasa ocupación del sector. En esos cinco años se produjeron un total de 2.118 accidentes de trabajo con baja, de los que 46 tuvieron carácter grave, lo que indica que de cada diez trabajadores, siete han sufrido un accidente en el sector pesquero desde 2001, una situación de inseguridad que ha sido denunciada en numerosas ocasiones por LAB. Un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) constata que en este sector se produce una media de 70 accidentes mortales al día en el mundo, mientras que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sitúa en 24.000 las muertes al año. Aunque se desconocen los motivos exactos del último accidente mortal, existen dos situaciones concretas que influyen en la elevada mortalidad en el sector:los altos ritmos de trabajo, que generan fatiga, y las largas jornadas diarias, ya que, aunque la nueva legislación internacional impide que se realicen más de doce horas, en muchas ocasiones se vulnera esa disposición.
Dos heridos en Gasteiz
Por otra parte, dos empleados de una empresa del polígono industrial de Lakua-Arriaga de Gasteiz resultaron heridos (uno leve y otro de gravedad), al golpearles la pieza de una rueda que estaban reparando, según informó ayer la Policía Local de la ciudad. Ambos trabajadores sufrieron heridas de distinta consideración cuando, por causas que se desconocen, salió despedida uno de los componentes de la llanta.Además, ayer se concentraron 16 personas en Karrantza, convocadas por Batasuna, para protestar contra la muerte de un trabajador el pasado lunes en Zalla.
La mayor parte de los casos de asbestosis escapa de las estadísticas
Pablo RUIZ DE ARETXABALETA
GASTEIZ El Registro de Empresas con Riesgo por Amianto (RERA) no sirve para realizar un seguimiento de los casos de asbestosis porque muchas empresas no están inscritas y otras se autoexcluyen cuando dejan de trabajar con el amianto. Así lo afirmó ayer la doctora jefe de la sección de neumología ocupacional del Instituto Nacional de Silicosis, Isabel Isidro, en la segunda jornada del IX foro sobre Prevención de Riesgos Laborales de la Fundación Laboral San Prudencio. Esta jornada estuvo dedicada a los aspectos legales y técnicos de la prevención frente al amianto, así como a la gestión de los residuos y a los efectos sobre la salud de este material. Fue en este tema en el que la doctora Isidro alertó de que existen muchos más casos de asbestosis producidas por el amianto en el ámbito laboral que los oficialmente reconocidos en las estadísticas, ya que la enfermedad puede permanecer latente durante décadas. La experta explicó cómo una exposición de al menos cinco años inhalando fibra de amianto puede provocar asbestosis, aunque puede permanecer latente veinte años y para la que no existe tratamiento. También puede dar origen a cáncer de pulmón, cuyo período de latencia es de diez a veinte años. El riesgo aumenta con la exposición y su tratamiento es similar al de otros cánceres. El mesotelioma es otro tumor que surge con exposiciones mínimas y su período de latencia puede ser de hasta 40 ó 50 años. En los próximos años aumentará su incidencia, debido a su uso entre 1945 y 1970. Su mortalidad es del 100% en un plazo de menos de dos años. El consumo de tabaco multiplica por 50 estos riesgos. El drama de estas enfermedades se reflejó en las radiografías de los pulmones de trabajadores de astilleros y soldadores. Isidro relató un caso en el que, tras 20 años de exposición al amianto y 48 años de latencia de la enfermedad, el trabajador desarrolló un cáncer. La única radiografía que se le hizo en ese tiempo desapareció «misteriosamente» y cuando los servicios sanitarios le intentaron comunicar su diagnóstico ya había muerto. Dos años después su abogado todavía intentaba que fuera reconocida como enfermedad laboral. La doctora señaló que la primera patología relacionada con el amianto fue diagnosticada en 1900 y la primera relación entre exposición a asbesto y cáncer de pulmón se demostró en 1935. A pesar de ello, las empresas siguieron permitiendo que los trabajadores lo manipularan sin control adecuado.
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