Los que se las prometían felices en las últimas jornadas a cuenta de los duros cruces de críticas entre la izquierda abertzale y el Gobierno español mostraron ayer signos inequívocos de nerviosismo ante la presentación de un grupo de juristas de todo el Estado que exigen cosas tan razonables como la derogación de la Ley de Partidos o la desaparición de la Audiencia Nacional. El titular de “Abc” lo decía todo:«Presos etarras y grupos de sacerdotes, juristas y abogados acentúan la presión sobre el Gobierno».

Y de entre todos los que se mostraban nerviosillos, el editorialista de “El Mundo” se llevaba la palma.

En una pieza titulada «Juristas a favor de hacer concesiones a ETA», sostenía sus posiciones sobre argumentos tan sólidos como el que sigue:«Seguramente ninguno de entre el centenar de juristas que firmaron ayer en Barcelona una propuesta en defensa del denominado proceso de paz ha tenido ante sí a etarras que han amenazado de muerte a sus familias y a ellos mismos con arrancarles la piel a tiras, como ha ocurrido recientemente en la Audiencia Nacional». A eso se le llama confundir la velocidad con el tocino o tratar de confundir al resto.

Y es que, según Pedro J. «Quizás si se hubieran visto en esa situación que han vivido otros compañeros no solicitarían la derogación de la legislación que denomi- nan ‘excepcional’ para casos de terrorismo, con la intención de que se aplique ‘la legislación ordinaria penal’». Y, ¿por qué? se preguntarán. Pues tiene respuesta el escriba de Ramírez:«porque mientras haya terrorismo (y terrorismo es extorsionar a empresarios, asaltar arsenales de armas, quemar autobuses y amenazar subfusil en mano a las instituciones), éste parece un objeto lo suficientemente importante como para tener un tratamiento específico a la hora de ser juzgado». «Tratamiento específico» es lo diametralmente opuesto a la Justicia.

Y deja para el final la andanada:«Si bien es legal que jueces y fiscales se manifiesten libremente sobre asuntos políticos, chirría que entre quienes se hayan pronunciado de forma tan rotunda a favor de hacer concesiones a ETA haya 17 que estén en activo. Se trata de un gesto que les señala excesivamente ante los ciudadanos. Por lo demás, solicitan que las sentencias no ‘obstaculicen’ el proceso, como si aplicar la ley pudiera ser un ejercicio más al servicio del Gobierno de turno». ¡Qué jeta! - msoroagara.net