Los arrantzales están «muy preocupados» por la falta de bonito en las costas de Euskal Herria. Esta pesquería es una de las más importantes para la flota vasca y este año no está respondiendo a las expectativas.

Iñaki Zabaleta, presidente de las Cofradías de Bizkaia, afirmó que «es el tercer año en el que el bonito no ha entrado en la costa vasca» y añadió que el poco que han encontrado cerca de ella es «muy joven», motivo por el cual los barcos han de desplazarse más lejos.

Zabaleta teme que si el mes de agosto continúa así «la campaña sea un desastre». Además indicó que los arrantzales están «extrañados» por la falta de bonito. Por este motivo están pensando en pedir un estudio al respecto a Azti -Centro Tecnológico dedicado a la Investigación Marina-, cuya finalidad sería conocer si este pez ha cambiado su conducta migratoria.

El presidente de las Cofradías de Bizkaia insistió en que «la situación es difícil y tensa» en este mes de agosto, la época más importante en capturas de bonito, e incluso las circunstancias están obligando a algunos barcos que se dedican a la pesca de este pescado con cebo vivo a centrarse en el txitxarro, «algo nunca visto».

Ante la alteración del período y la zona de captura del bonito el representante de los arrantzales advirtió que «poco se puede hacer», ya que «hay flotas en las que prácticamente el 80% de los barcos se dedican a este pescado». La gravedad de la situación se ve multiplicada por la prohibición de pescar verdel y caballa, lo que provoca que la gran mayoría de los recursos se dediquen al bonito.

Iñaki Zabaleta recordó que los datos de la campaña de bonito de 2010 no fueron excesivamente buenos, aunque el incremento de los precios la salvó. En total, según datos del Eustat, el año pasado se capturaron 1.552,8 toneladas de bonito, por un valor de 5.118.000 euros.

El director de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa, Leandro Azkue, confirmó que la preocupación es «general» y a fecha de 31 de julio las descargas en los puertos del herrialde rondaban los 800.000 kilos, «ni la mitad» de los dos millones de kilos contabilizados en 2010 por las mismas fechas.

Azkue indicó que aunque los barcos guipuzcoanos dedicados al bonito, cerca de 55, siguen faenando pese al alejamiento del pescado, aunque el alza del combustible hace cada vez más dura y difícil de sostener la campaña, ya que los ingresos no compensan los largos desplazamientos, incluso hasta aguas de Irlanda.