Alfredo Pérez Rubalcaba o Carme Chacón se convertirán mañana al mediodía en el nuevo o nueva líder del PSOE. El partido fundado por Pablo Iglesias celebra desde hoy su 38 Congreso, que despedirá a José Luis Rodríguez Zapatero y donde se encumbrará al encargado de reconducir un partido hundido tras registrar los peores resultados electorales de su historia reciente. El cónclave, sin embargo, llega con la formación completamente dividida y en medio de alertas sobre la posibilidad de cerrar en falso. Además, crece la sensación de que ambos candidatos suponen «más de lo mismo». A pesar de ello, ninguna tercera vía se ha postulado por el momento para competir con dos candidatos que se diferencian más por cuestiones estéticas que por propuestas. Ambos compartieron cartera en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, tienen el apoyo de un grupo mediático y ninguno ha profundizado en una verdadera renovación ideológica. En el fondo, el debate se ha asemejado más a un concurso de popularidad, con los dos aspirantes recorriéndose las federaciones con el objetivo de lograr el apoyo de los delegados, que a una verdadero intercambio de propuestas..

«Tendremos un gran debate de ideas y cerraremos el congreso con unidad», aseguró ayer Marcelino Iglesias, secretario de organización del PSOE y que acudió a Sevilla junto a José Antonio Griñán, presidente de la Junta de Andalucía, para seguir de cerca los últimos preparativos del cónclave. La elección de la capital andaluza no es casual. El próximo 25 de marzo celebra elecciones autonómicas y, si se cumplen las previsiones, el PP arrebatará al PSOE su último bastión de poder institucional. Aunque también es vital de cara al propio proceso interno. Constituye la federación más importante y aporta un 25% de los delegados.

¿Andalucía «chaconista»?

Griñán opta por la «neutralidad activa». Así que no dirá si prefiere a Chacón o a Rubalcaba. Fuentes conocedoras del proceso interno señalaban ayer que los aspirantes dan por hecho que Andalucía es chaconista.

Los partidarios de Rubalcaba se han mostrado más explícitos a la hora de mostrar sus adhesiones. Ayer, el ex ministro de Interior hizo pública una nota en la que ofrecía los nombres de sus principales avalistas (entre quienes se encuentran el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, sobre quien se especuló que podría presentarse). Entre los más entusiastas se encuentra la federación de la Comunidad Autónoma Vasca, con el lehendakari Patxi López a la cabeza. Incluso se especuló con la posibilidad de que López pudiese convertirse en número dos en caso de que Rubalcaba ganase la pugna interna. Poco después, Rodolfo Ares descartó esta opción, aunque a nadie se le escapa que el apoyo de los vascos ha sido uno de los trofeos exhibidos por el exministro.

Los partidarios de Chacón son más cautos. Solo está claro que el PSC votará en bloque a la extitular de Defensa. Además de la incógnita de Andalucía, otros críticos como Tomás Gómez, presidente de la federación madrileña, no ha desvelado sus preferencias, aunque todo el mundo da por hecho que apoyará a Chacón por estar abiertamente enfrentado a Rubalcaba. El factor «anti» podría unir en torno a la aspirante a todos los enemigos del líder de facto del PSOE.

La batalla, más centrada en nombres que en ideas, se ha trasladado también a los medios. Rubalcaba se apoya en PRISA y «El País», que ya se ha posicionado abiertamente. Chacón, por su parte, tiene la adhesión de Mediapro y «Público». En el fondo, la misma pugna que lastró el zapaterismo. Hoy a las 21.00 se abre el plazo para presentar candidaturas. Oficialmente, el nuevo secretario general se conocerá mañana.