carta de derechos de las mujeres en euskal herria
«Ellos nacen con sus derechos, y nosotras tenemos que lograrlos»
La plataforma de la Marcha de las Mujeres de Euskal Herria presentó ayer la Carta de Derechos de las Mujeres que ha elaborado tras un largo proceso de debate en torno a las cuestiones que afectan a esta parte de la población. El escrito «Pintando la realidad» valora los pasos que se están dando y aboga por un cambio social en materia de igualdad para lograr que los derechos de las mujeres sean realmente respetados.
DONOSTIA
La plataforma de la Marcha de las Mujeres de Euskal Herria tiene claro que, de una manera u otra, el sistema patriarcal sigue existiendo en todo el mundo. Entiende que las realidades socio-políticas de los países que conforman el mundo son diferentes, y es por esto que, en su día, planteó la necesidad de adaptar la Carta Mundial de las Mujeres para la Humanidad a la realidad que viven las mujeres de Euskal Herria. El fruto de aquella apreciación es la Carta de Derechos de las Mujeres en Euskal Herria, que presentaron ayer en Donostia.Bajo el lema “Pintando la realidad”, el escrito se refiere a las tres décadas que lleva el movimiento feminista luchando por que se reconozcan y se respeten los derechos de las mujeres y, aunque se felicita por los pasos que se han dado en los últimos años, sigue lamentando que «a pesar de las múltiples declaraciones, leyes y planes, persisten las situaciones de violencia sexista, discriminación, opresión e invisibilidad». La lectura del colectivo se centra en los derechos legales que se han obtenido control de la fertilidad, acceso a la educación superior..., pero recalca que estos logros no se han reflejado en la sociedad. Así, pone de manifiesto que la igualdad de derechos entre los hombres y las mujeres se percibirá cuando la sociedad asimile los cambios legislativos que se están realizando.
Un pulso al «techo de cristal»
Más de la mitad de la población de Euskal Herria está conformada por mujeres y, aunque el colectivo apunta que cada vez son más las que participan en los ámbitos político, laboral, sindical, social y cultural, «somos minoría en órganos de toma de decisiones y de poder: es el llamado techo de cristal».La incorporación de la mujer al mundo laboral sigue siendo una de las mayores preocupaciones del colectivo feminista. Denuncia que esta incorporación se limita a «sectores muy concretos y feminizados», y destaca la situación de las trabajadoras del hogar y del sexo, por su «precariedad y marginación». Considera significativo que sea en estas dos áreas «donde se concentra la mayor parte de las mujeres provenientes de los paises empobrecidos». El texto recoge que el 80% de las tareas necesarias para la subsistencia y el cuidado recaen en las mujeres, e incluye la situación de las baserritarras: «Su trabajo no es reconocido ni social ni económicamente como actividad que forma parte de la organización de la sociedad y del bienestar de las condiciones de vida de todas las personas».
Vulneraciones y masificaciones
En la Carta se destaca que «la violencia contra las mujeres constituye una de las vulneraciones de los derechos humanos más grave y extendida en nuestra sociedad». Muestra su repulsa porque la violencia se ejerce sobre las mujeres «por el hecho de serlo», y lamenta que «aunque se hayan creado juzgados específicos y formado personal cualificado, la violencia sigue siendo una lacra social». No obstante, el colectivo valora que el fenómeno ha pasado de ser «una cuestión familiar» a ser considerado como «un importante problema social y político», y reitera la responsabilidad directa de los poderes públicos en erradicar la violencia contra las mujeres. Otro de los retos pendientes, según el escrito, es la modificación de la educación sexual que reciben los menores. Opina que la actual se inclina por unas pautas de comportamiento afectivas y sexuales cerradas a la realidad que se percibe en la sociedad. Determina que está enfocada «a la heterosexualidad, al coito y a la prevención de embarazos no deseados. Las medidas contraceptivas añade están dirigidas a nosotras, el aborto sólo está permitido en unos determinados supuestos, y las lesbianas son invisibles». La carta también se refiere al culto a la belleza femenina que «no ha desaparecido; se ha masificado». Acusa al actual sistema económico basado en «la constante producción y en el consumo» de haber forjado en la conciencia colectiva «el deseo de poseer la eterna juventud y la belleza, ser más guapa, más delgada, más atractiva... En definitiva, más deseable. Y, para lograrlo, no hay otro remedio que comprarse ropa y cosméticos, torturarse con gimnasias abusivas y cirugías peligrosas, incluso llegar al extremo de pasar hambre voluntariamente. Es un culto universal, una obligación cotidiana, un imperativo social que afecta a la idea que las mujeres tienen de si mismas y de su posición en el mundo».
Feminismoaren ikur bilakatu zen Kontxa hondartza
Martxoaren 8aren gaiaren baitan aurkeztu zuten emakumeen eskubideen gutuna, eta, ekimenarekin amaitzeko, Donostiako Kontxa hondartzan egin zuten elkarretaratzea. Ehundik gora emakume tartean gizonezkoren bat ere izan zen, elkarren segidan jarri eta feminismoaren ikurra osatu zuten hondar gainean. Martxan Maialen Lujanbio bertsolariak eta Batasunako zenbait ordezkarik ere hartu zuten parte. -
El reto del mundo definido por y para los hombres
DONOSTIA La plataforma de la Marcha de las Mujeres de Euskal Herria concluye que la actual situación es fruto de la inserción de la mujer en un mundo definido por y para los hombres, y detalla que «es un mundo que sólo puede funcionar porque descansa, se apoya y depende del trabajo oculto de las mujeres, y donde como mujeres es bastante imposible sentirse cómoda». El colectivo se mostró satisfecho por los cambios que «se han logrado gracias a la presión ejercida por las propias mujeres y por el movimiento feminista», y reconoció que «ahora tenemos otros retos que tenemos que considerar y afrontar». Abogó por concretar los derechos que corresponden a las mujer, exigir los mecanismos que garanticen su cumplimiento y poner al día los objetivos de la lucha feminista y la estrategia a seguir. Detalló que la red internacional para la Marcha Mundial de las Mujeres ha analizado la situación de los derechos de la población femenina, subrayó su escasa presencia en las áreas de valor económico y político y añadió que la incorporación laboral de las mujeres «se limita a sectores muy feminizados». Mediante la lectura del escrito, la plataforma dejó entrever cuáles son los «nuevos retos», y afirmó que observa el futuro con optimismo. «El feminismo tiene que ser capaz de dar respuestas políticas y de modelo social a las contradicciones con las que nos enfrentamos las mujeres del siglo XXI. Y en ello estamos».
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