La Posada de los Abrazos trabaja en la puesta en marcha de otra pensión social
La Posada de los Abrazos, la ONG que regentaba la pensión social de la calle San Francisco en la que cuatro personas fallecieron el sábado como consecuencia de un incendio mostró ayer su disposición a retomar el proyecto, truncado tras el trágico suceso. Los miembros del colectivo explicaron que el deseo por volver a la experiencia que les han trasmitido sus inquilinos, realojados en otros centros, les ha llevado a iniciar gestiones para conseguir un local.
BILBO
Miembros de la Posada de los Abrazos, el colectivo que se encontraba a cargo de la pensión social siniestrada el pasado sábado en la calle San Francisco número 34 de Bilbo, mostraron ayer su determinación por retomar el proyecto para el que ya están buscando locales. De hecho, señalaron que están en contacto con responsables municipales del Consistorio bilbaino de cara a estudiar la posibilidad de cesión de algún local.
Quienes impulsan el proyecto social de la Posada de los Abrazos destacaron que es el apoyo recibido y la voluntad mostrada por los que hasta ahora han sido sus inquilinos de volver al proyecto lo que les ha llevado a plantearse la apertura de una nueva pensión social «en nuevos pisos, viviendas independientes o posadas con más personas, en este mismo barrio o en otros», manifestaron. Subrayaron este gesto y se refirieron a los proyectos personales de los tres posaderos que murieron en el incendio para dejar sentado que la posada era mucho más que un proyecto para dar cobijo a personas en situación de exclusión social.
Recordaron, por ejemplo, los cuidados del local de los que se encargaba Félix, pendiente de una operación de cadera, la ilusión de Agustín, de Hernani, por aprender informática que le había llevado a comprarse un ordenador o la disposición de Miguel Angel, asiduo comprador de prensa diaria, a colaborar con el proyecto.
La ONG reiteró que la actividad disponía de los preceptivos permisos y apuntó al respecto que así lo confirman inspecciones realizadas por organismos oficiales, por lo que pidió que no se les meta «en el saco de las pensiones ilegales» que proliferan en la zona y «se analicen» las raíces del problema y el crecimiento del número de personas sin techo.
Responsables del proyecto aseguraron que no tienen información sobre la investigación policial en torno a las causas que pudieron provocar el incendio, cuestión sobre la que señalaron que es falso que se utilizaran hornillos en las habitaciones. «Se registraban periódicamente para controlar las posesiones y es cierto que no había nadie de guardia esa noche, porque en la pensión no había servicio de tutelaje durante las 24 horas, que sin embargo se daba en ocasiones», explicaron.
Azkuna señala que «no puede hacer nada»
Iñaki Azkuna señaló que no puede hacer nada ante arrendamientos «legales» y afirmó que «un propietario que mete ocho y nueve personas hacinadas en un piso de 70 metros cuadrados es un sinvergüenza, que al
infierno irá pero a la cárcel no, porque, seguramente, tendrá los
papeles bien legales». -
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