- Campeonato del Mundo en sala
Naroa Agirre, sexta en una final sin récord de Isinbayeva
·La vasca igualó su mejor marca de 4,50 lograda en la calificación
MOSCU
Naroa Agirre, sexta en los Juegos Olímpicos de Atenas, volvió a estar entre las seis mejores del mundo un año después al conseguir idéntico rango en la final de los Mundiales en sala con una marca de 4,50 con la que igualó el récord de España de pértiga que había logrado la víspera en la calificación. Obligada a saltar con muy poco tiempo de recuperación, porque rusas y polacas pasaban de las primeras alturas, Agirre empezó en 4,30, a la primera; necesitó dos saltos en 4,40, pasó en el primero los 4,45 y a la segunda, dejando muy abajo el listón, igualó el récord de la calificación (5,50). El 5,55 fue una altura inalcanzable para una exhausta Agirre, que a continuación hubo de resignarse a contemplar las evoluciones de la rusa Yelena Isinbayeva. La plusmarquista mundial empezó su concurso en 4,60 , conquistó el título, pero no pudo ofrecer a sus paisanos, como ambicionaba, su récord mundial número 20, tras fracasar en 4,93 metros, con la medalla de oro asegurada en los 4,80. La atleta de Volvogrado anticipó que había ganado velocidad en la aproximación, pero se demostró que aún no ha asimilado los cambios técnicos.
Rusia pasa a la carga
Abanderada por Isinbayeva, Rusia, que en la primera jornada recibió una lección del equipo estadounidense, ganador de tres de los cuatro títulos en juego, reaccionó en la segunda jornada con siete medallas, incluidas tres de oro y dos dobletes. Irving Saladino, nuevo subcampeón mundial de longitud, hizo trizas por cuatro veces su propio récord centroamericano. Tras superar el récord panameño (7,42) que databa de ¡1942! y el del área con un salto de 8,10, el mejor de la calificación, Saladino extrajo de su chistera cuatro nuevos récords: 8,18 en su primero; 8,19 en el segundo; 8,27 en el tercero y 8,29 en el sexto y último. Sólo el estado de gracia del ghanés Ignisious Gaisah, que en su cuarto salto se fue a los 8,30 metros, impidió el triunfo de Saladino. Yaroslav Rybakov y Andrey Tereshin sostuvieron un vibrante duelo ruso por el oro en altura y Rybakov, dos veces subcampeón mundial en sala y al aire libre, se coronó campeón mundial por vez primera (2,37). El segundo doblete ruso llegó en triple. Tatyana Lebedeva, campeona olímpica de longitud, ganó con la mejor marca mundial (14,95) y le secundó su compatriota Anna Pyatikh con el mejor salto de su vida bajo techo (14,93). Yamilé Aldama, sudanesa nacida en Cuba, subió también al podio con 14,86. La etíope Meseret Defar revalidó su título de 3.000 metros con un espectacular despliegue de fuerza en la última vuelta. Las rusas Liliya Shobukhova, plusmarquista mundial, y Olesya Syreva, se relevaron al frente hasta los últimos 400 metros. Allí apareció Defar con efectos demoledores.
Mendia, fuera por los pelos
MOSCU Marta Mendia refrendó su gran competitividad en la alta competición, aunque quedó novena en la calificación y, por tanto, no pudo alcanzar la final de salto de altura. La navarra se declaró «un poco disgustada» tras quedar fuera con la misma marca (1,93) que a la italiana Antonietta di Martino y a la estadounidense Chaunte Howard les bastó para clasificarse. Mendia lamentó no haber saltado 1,93 metros a la primera. «De haberlo hecho, estaría en la final. Por eso estoy un poco disgustada. Me da pena porque estaba para 1,96, aunque debía estar más contenta después de haber hecho mi mejor marca del año», afirmó.
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