BRUSELAS
Los líderes de la Unión Europa aseguraron ayer con solemnidad haber puesto la primera piedra de una nueva política común de la energía al término de una cumbre en Bruselas en la que volvieron a expresar su fe en la revitalización de la economía europea.
Según manifestó el presidente de la ComisiónEuropea, José Manuel Durao Barroso, la fecha del 24 de marzo de 2006 será recordada por «haber alumbrado una nueva Política Energética para Europa (PEE)». De contornos más que difusos todavía, la PEE se suma al ejercicio de estímulo del crecimiento económico y el empleo que todas las primaveras desde el año 2000 acometen los Jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea.
Las conclusiones obtenidas en la cumbre celebrada en Bruselas atribuyen a esta nueva política energética tres objetivos principales: aumentar la seguridad del suministro, velar por la competitividad de las economías y fomentar la sostenibilidad del medio ambiente.