GASTEIZ

María San Gil preguntó al lehendakari por su anuncio de «una iniciativa de carácter extraordinario» si no avanzaba el proceso de paz y normalización. Juan José Ibarretxe, sin ni siquiera levantarse de su escaño, respondió que «la pregunta queda respondida por la ilusionante realidad actual».

Ni la respuesta ni la forma de exponerla gustó a la presidenta del PP de la CAV, quien calificó de «ridículo» el Consejo Político creado por el lehendakari y de «papelón» el que éste se ve obligado a hacer.

Entonces, Juan José Ibarretxe salió a la tribuna de oradores y comenzó señalando que éste es un momento que «debe ser observado con serenidad y optimismo». Mostró su alegría, afirmó que «es la sociedad vasca la que nos ha traído hasta aquí», y anunció que «será la propia sociedad vasca la que nos exija soluciones a los partidos y será la sociedad vasca la que, con su voto, decidirá finalmente cómo queremos vivir».

A partir de ahí, aseguró que el Consejo Político ha actuado «con responsabilidad» y anunció que tiene ultimado «un programa de paz y convivencia que en las próximas semanas pondremos a disposición de esta Cámara».

A esto añadió que «tenemos una disposición abierta, sin prisa pero sin pausa, para que valoremos todos la nueva situación. Para que en un tiempo prudencial, que yo considero que puede ser después del verano, podamos poner en marcha la mesa de diálogo multipartito, cuyas prioridades se- rán alcanzar un acuerdo de normalización política que, con posterioridad, sea ratificado mediante consulta democrática por la sociedad vasca».

Llegados a este punto, la presidenta del Parlamento le indicó que su tiempo se había agotado y en pocos minutos las agencias de noticias y los boletines informativos de las radios anunciaban que el lehendakari deseaba convocar una mesa de partidos tras el verano.

El anuncio iba para uno de los titulares más significativos de la jornada, pero el PSE no tardó demasiado en atajarlo. Por distintos medios, el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, pedía al lehendakari que se «tranquilice y que deje hacer a quien tiene que liderar el proceso, que es el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero». Pastor afirmó que Ibarretxe actuaba con «una intención de ocupar foco cuando no es el momento de personalismos, ni de ponerse medallas».

Habla Zapatero

Después añadió que para que las cosas se hagan bien «necesitamos tiempo, y tengo confianza en que la sociedad, las fuerzas políticas y el Gobierno Vasco van a comprender y apoyar los tiempos que, con el concurso de todos, debe marcar el Gobierno de la nación».

Y en medio de todo esto, el Gobierno de Lakua hizo pública una nota en la que «lamenta» que Rodolfo Ares, «representante de la Ejecutiva del PSE, acuse al lehendakari de partidismo y de obtener un rédito electoral del proceso de paz y normalización». La nota añadía que «resulta clarificador que quien realiza estas declaraciones queda en evidencia ante la sociedad, que ha visto cómo el presidente Zapatero ha mostrado una voluntad clara igualmente de hablar y dialogar con las fuerzas políticas».

Por último, el Gobierno pide al PSE que sea leal con las instituciones democráticas vascas y que «vaya a derecho».