Mucho antes de las elecciones, la OSCE declaró que las votaciones eran ilegítimas y mostró su predisposición en sus comentarios a tener un papel instigador», señaló Lavrov. La organización, formada por 55 estados, no ha comentado las declaraciones del ministro ruso.Las evaluaciones de la OSCE, que estimaron como defectuosas las recientes elecciones en Georgia, Ucrania y Kirguizistán, fueron consideradas factor importante en las protestas de la oposición, que logró el poder de la mano de las «revoluciones de colores». El presidente ruso, Vladimir Putin, fue el único mandatario en felicitar a Lukashenko por su reelección con el 82% de los votos y dijo que las elecciones ayudarán a fortalecer la integración bilateral.
Esta misma semana, por la primera cadena de la televisión bielorrusa se ofreció una grabación de una conversación telefónica entre Pavel Kazanietsky, director del Centro Democrático para Europa del Este, y el miembro del Partido Cívico Unido y vicedirector del cuartel general de Milinkevich, Victor Kornienko, según escribió Pavel Starodub en “Sovietskaya Bielorussia”. La grabación, que cabe suponer fue obtenida por las fuerzas de seguridad a las órdenes de Lukashenko, deja en mal lugar a los líderes de la protesta de la Plaza de Octubre.
Starodub afirma en ese artículo, difundido por Rebelión, que Kazanietsky «se encargaba de la recaudación y distribución de flujos financieros, los fondos gubernamentales donados por EEUU y algunos países de la UE para la organización de actos desestabilizadores en Bielorrusia», lo cual hacía desde Varsovia.
Según las grabaciones ofrecidas por la televisión, Kazanietsky se interesa por el ambiente en la acampada de protesta. «Bueno, está llegando gente, por la noche había poca, unos 500, ahora puede que haya cerca de 1.000. Seguramente hoy lo dejaremos», respondía Kornienko. Pero sus palabras no gustan al director del Centro Democrático para Europa del Este. «No paren ordena Kazanietsky. Hay que seguir con las tiendas hasta el final. Hay que provocarles, para que ellos (el Gobierno) opten por retirar las tiendas de campaña. ¡Que lleguen a tirarlas!».
Kornienko insiste en que no se puede mantener la acampada de protesta con tan poca gente, pero Kazanietsky no lo quiere aceptar: «¿Y los conciertos? Hay que organizar conciertosŠ Escucha, tenéis que aguantar un par de días todavía. Pero no paréis, hombre, bajo ningún concepto se puede abandonar».
Ultimo intento de Kornienko: «No es fácil estar de pie, nos duelen los pies, estamos ateridos de frío». Pero Kazanietsky no cede: «Me hago cargo, relevaros de vez en cuando».
El autor del artículo resume así sus propias conclusiones: «La farsa postelectoral está organizada, pagada y dirigida desde Varsovia. Los ‘políticos’ de Minsk son simples marionetas que necesitan ‘pasar la noche y aguantar el día’. Que para eso está ya todo pagado». -