AZPEITIA
Joseba Segurola, azpeitiarra encarcelado en Douai es el único preso político en esta cárcel, situada a más de mil kilómetros de Euskal Herria, se encuentra en huelga de hambre desde el pasado 4 de marzo para denunciar su aislamiento.
Según explicaron ayer en una rueda de prensa en Azpeitia, Segurola comenzó a finales de octubre una lucha junto al resto de prisioneros encarcelados en Bois D’Arcy para reclamar respeto a sus derechos, dinámica que fue castigada por la dirección de la prisión con su envío a mitard. Además, las autoridades penitenciarias francesas decidieron trasladarlo a Douai, adonde llegó 6 de marzo.
Dos días antes, y en protesta por este castigo, el vecino de Azpeitia decidió dar inicio a una protesta que ayer llegó al vigesimoprimer día.
En la comparecencia informaron de que la primera semana de ayuno ya había perdido ocho kilos, y censuraron el hecho de que «ahora mismo, no sabemos nada de su situación».
También denunciaron la situación que vive su convecino Jabier Agirre, preso en Moulins. Su hermana Maider explicó que desde que le encarcelaron en enero de 2003 «ha sufri- do desasistencia médica». Y es que, según relató, «padece las consecuencias de los golpes que recibió de los policías cuando le detuvieron: según la revisión médica que le hicieron en el Hospital de Lyon, tiene desplazada la mandíbula, que le oprime una vena, y eso le ha provocado problemas en la visión, hasta el punto de que ve doble». Incidió en que no fue llevado al hospital «hasta tres años después de ser arrestado».
Señaló que le hicieron pruebas, «pero no le operaron, que es lo que necesita. Y por las protestas que ha realizado, ha sido castigado: está en mitard».
Por ello, denunciaron la política carcelaria del Estado francés y exigieron la repatriación de ambos presos, «así como la del resto, respetando todos sus derechos». Además, llamaron a movilizarse, especialmente el día 31, último viernes de mes.