Protestas y paros auguran un «martes negro» para París
·El Estado francés afronta otra jornada contra los Contratos de Primer Empleo
El Estado francés vivirá hoy un «martes negro» tras la llamada a la movilización y al paro realizada por nueve sindicatos y las cuatro principales organizaciones estudiantiles para exigir la retirada de los CPE. Al paro casi seguro en el transporte público, la Administración y la enseñanza hay que sumar las más de 130 manifestaciones previstas.
PARIS
La paralización del transporte público, clave para el éxito de la jornada de de hoy, parece asegurada después de que siete de los ocho sindicatos de la empresa estatal de ferrocarriles (SNCF) llamaran al paro, que se inició a las 20.00 de ayer y finalizará a las 8.00 de mañana. Si bien casi todos los trenes internacionales deberían circular, la SNCF prevé sólo dos de cada tres trenes de alta velocidad, un 40% de los regionales y un 51% en los suburbios de París.
En el transporte aéreo están previstas también anulaciones y retrasos de vuelos después de que ocho sindicatos de Air France, tres de controladores y dos del personal de los aeropuertos parisinos hayan decidido secundar la convocatoria.
El transporte urbano se verá afectado en las 71 ciudades más importantes. En París, funcionará uno de cada dos metros, dos de cada tres autobuses y habrá una reducción notable de los trenes de cercanías (RER).
Otras empresas públicas, como Correos, sufrirán importantes paros, así como muchos ministerios y gran parte del fun- cionariado de la enseñanza, tanto docente como administrativo. Además, se prevé que muchos diarios no salgan hoy y que los medios de comunicación públicos sufran interrupciones.
La manifestación convocada por sindicatos y organizaciones estudiantiles y juveniles en Baiona, a la que se ha sumado Batasuna, partirá a las 10.30 de la plaza Santa Ursula.
«Todavía no hemos alcanzado la cima de la protesta. Esta jornada puede ser un punto de inflexión decisivo en la crisis», auguró Bernard Thibault, líder de la CGT, principal sindicato galo. Aseguró que no discutirán sobre reformas al Contrato de Primer Empleo (CPE) los dos años de período de prueba y el despido sin sin justificación, tal y como pretende París, porque dejaría de tener sentido la especificidad del contrato, y exigió su retirada.
Jean-Claude Mailly, secretario general de FO, aseguró que los preavisos de huelga superan a los emitidos durante las protestas contra la reforma de las pensiones, en 2004, y advirtió al Gobierno de que «juega un juego peligroso so apuesta porque se pudra la situación o por la fisura del frente sindical.
La Coordinación estatal de Estudiantes, organismo al margen de los sindicatos de estudiantes que reúne a delegados en universidades y liceos, exigió la dimisión del primer ministro, Dominique de Villepin.
Un sondeo difundido ayer por “Le Monde” indica que el 63% de los ciudadanos desaprueba la decisión de mantener el CPE, un rechazo superior al registrado en 1995 contra la reforma de la Seguridad Social impulsada por Alain Juppé, que tras semanas de huelgas, acabó siendo retirada.
Villepin se la juega
PARIS El primer ministro francés, Dominique de Villepin, que ayer cumplió 300 días al frente del Gobierno, afronta esta semana una difícil situación política y social en la que puede jugarse su futuro presidencial de 2007. Villepin, que dice que «cuanto más difícil (es el reto), más me gusta», tiene ante sí un escenario hecho a su medida. Del seguimiento de la jornada de movilización de hoy, sobre todo en el sector privado, dependerá su pulso con los sindicatos, a los que ha invitado mañana a una segunda ronda de conversaciones sobre el CPE, tras el fracaso del primer encuentro del viernes pasado.
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