DONOSTIA
La Diputación de Gipuzkoa presentó ayer el programa de estancias temporales en residencias, pensada para proporcionar descanso a las familias que cuidan en sus domicilios a mayores dependientes. La diputada para la Política Social, Esther Larrañaga, y el director de Atención a la Dependencia, José Luis Madrazo, detallaron que el programa contará este año con un presupuesto de 1.058.888 euros, un 36% más que en 2005.
Larrañaga explicó que este sistema permite a los cuidadores disfrutar de un período vacacional o atender otros compromisos, y destacó que en 2005 un total de 757 personas se beneficiaron del programa, que ofrece estancias temporales en residencias de quince días a un mes.
La mayor demanda de estos servicios se produce durante los períodos vacacionales, por lo que la Diputación de Gipuzkoa ha establecido los plazos de inscripción para estas fechas. Los que deseen disponer de una plaza para Semana Santa deben realizar la inscripción «inmediatamente», mientras que los interesados en los meses estivales tendrán de plazo hasta el 31 de mayo para rellenar su solicitud, que deberá presentarse en las oficinas de los Servicios Sociales de los ayuntamientos.
La diputada para la Política Social explicó que los usuarios deben ser mayores dependientes empadronados en Gipuzkoa, y aseguró que califican de positiva su estancia en estas residencias, aunque reconoció que la adaptación de los primeros días suele ser «dificultosa».
En cuanto al coste de la estancia, Larrañaga explicó que el pago por el servicio se realiza en función de la situación económica de los mayores dependientes, y destacó que la diferencia hasta alcanzar el coste total de la plaza la financia la Diputación.
En Araba, ayudas económicas
La Diputación de Araba anunció ayer que ha otorgado una ayuda económica de un importe medio de 415,19 euros mensuales a 272 personas que atienden en su domicilio a personas mayores en situación de dependencia, iniciativa a la que ha destinado algo más de 1,3 millones de euros. Estas ayudas pretenden otorgar apoyo económico a los cuidadores, proporcionando así la permanencia de los mayores dependientes en su núcleo convivencial de origen y retrasando su internamiento.