BARCELONA
El servicio de Cirugía Torácica del Hospital Clínico de Barcelona presentó ayer una nueva técnica para tratar el cáncer de pulmón que consiste en el transplante de vasos sanguíneos de cadáver a pacientes con vasos del pulmón o mediastino afectados.
La técnica, pionera a nivel mundial, se puso en marcha en junio y desde entonces se ha tratado a doce pacientes a los que no se podía operar, y todos ellos, según explicó el jefe del servicio Paolo Macchiarini, han mejorado su calidad de vida y su estado.
Macchiarini explicó que con esta técnica se cambian los vasos afectados por otros de cadáver, lo que permite restablecer el riego sanguíneo de la zona pulmonar. En el transplante de vasos sanguíneos se sustituyen como máximo 10 centímetros de arteria, un material que hasta ahora se desechaba ya que las venas inferiores a siete centímetros se descartaban por no ser suficientemente largas para tratar problemas vasculares.
Tras el implante no es necesario tratar al paciente con antibióticos ni con fármacos para evitar el rechazo, porque los vasos están guardados en el banco de tejidos del centro criopreservado a una temperatura de 139 grados centígrados bajo cero, que los deja con poco poder inmunizante.