El PNV rechaza ir a Bilbo argumentando que la marcha «quiere crear un polo alternativo»
La manifestación en favor de la resolución del conflicto convocada para el sábado en Bilbo por un amplio grupo de partidos y sindicatos «esconde el objetivo de conformar un polo que sea alternativa al PNV», por lo que la formación jeltzale no la respaldará. Esa fue la idea esgrimida por Iñigo Urkullu a la hora de argumentar la no presencia de su formación en la marcha, aunque hace diez días Josu Jon Imaz utilizó la de que algunos de los convocantes «no exigen el fin de la violencia». Precisamente, el presidente del EBB afirmó ayer que Zapatero tiene «asegurada la lealtad» de su formación.
DONOSTIA
El PNV no acudirá a la manifestación del próximo sábado en Bilbo. La marcha, convocada bajo el lema «Konponbide garaia da. Euskal Herria. Erabakia. Adostasuna», persigue, a juicio de la formación jeltzale, «conformar un polo» en su contra, por lo que desestima los llamamientos realizados por los convocantes entre los que están Batasuna, EA, Aralar, AB, ELA, LAB, EHNE y ESK para que participe en ella.«Detrás de ella [la movilización] se esconde el objetivo de conformar un polo independentista que sea alternativa política y social» al PNV, manifestó ayer el portavoz del EBB, Iñigo Urkullu, por lo que «evidentemente» su partido no irá a la capital vizcaina. En una entrevista en Radio Euskadi, Urkullu insistió en esa idea para argumentar su no presencia en la marcha, que partirá a las 17.30 desde la plaza Aita Donostia. No obstante, el mismo día en que se hizo pública la convocatoria el 17 de marzo Josu Jon Imaz puso sobre la mesa una razón bien diferente:«El PNV no se manifestará con aquellos que recla- man un acuerdo y una consulta pero no exigen el fin definitivo de la violencia». El portavoz del EBB reconoció ayer que la convocatoria se produjo «en otro tiempo diferente», en referencia a la posterior declaración de alto el fuego de ETA, y que «busca algu- nos objetivos que, en principio, son loables», pero añadió que dirigentes de Batasuna han indicado que «después se puede conformar un polo independentista que sea alternativa política y social al PNV». Y ése es, para el PNV, el «verdadero objetivo» de la marcha, que «esconde una estrategia de interés que busca la confrontación» con los jeltzales.
«No nace de un consenso»
Consideró, además, que «no es momento de manifestaciones de parte». Y es que, a su entender, la movilización «no nace de un consenso de la pluralidad de la sociedad vasca».Cabe recordar que, tras la iniciativa de ETA, incluso dirigentes de la formación jelkide declararon que la posición del PNV respecto a la manifestación, fijada desde el primer día por el propio Imaz, podía variar. Fue el caso del presidente del IBB, Ramuntxo Camblong, quien el día 23 dijo que el PNVpodría reconsiderar su decisión en la reunión del EBB celebrada ayer en Sabin Etxea. Un supuesto que no se produjo. Urkullu también mostró su preocupación por que detrás de las expresiones de los últimos días de dirigentes del PSE y de Batasuna «pueden esconderse estrategias que vayan a hacer dilatar en el tiempo y a demorar la posible conformación de una mesa de partidos políticos o mesas de partidos políticos». Un foro para el que «no existe alternativa» y que tendría por finalidad abordar «el problema político que afecta a la sociedad vasca desde hace dos siglos». «Puede haber intereses electoralistas y también comunes en minar al PNV», dijo con respecto a Batasuna y PSE. «Cada uno desde su estrategia está buscando desplazar [al partido que preside Imaz] de la responsabilidad del Gobierno de las instituciones. No tiene que ser ahora necesariamente, puede estar dentro de un calendario en el tiempo», manifestó. Enmarcó como «un factor más dentro de esta estrategia» lo que consideró un cuestionamiento del papel del lehendakari en este proceso. Tras recordar que Juan José Ibarretxe es «el máximo representante institucional vasco» porque «así lo han decidido los ciudadanos», destacó que tiene un papel «fundamental» en el proceso de resolución del conflicto que vive Euskal Herria. También el presidente del PNV defendió el papel a jugar por Ibarretxe, al tiempo que aseguró que «la lealtad del PNV con Zapatero está asegurada» y que «no tiene contrapartidas». En una entrevista publicada ayer en “El Correo Español”, Josu Jon Imaz dijo, además, que «he callado muchas cosas en los últimos 18 meses y las voy a seguir callando, por responsabilidad».
«Ibarretxe es duro de roer», advierte Arzalluz
El ex presidente del PNV, Xabier Arzalluz, acusó a Batasuna y PSOE de «querer eliminar cualquier protagonismo» que no sea el suyo, pero les advirtió que «van a tener un hueso duro de roer» en Ibarretxe. «No olvidemos el aspecto del interés electoral que hay detrás de todo esto y que es más importante que el amor a la patria para muchos», señaló en Radio Euskadi. -
¿Por qué correr a un extremo de la mesa?
Iñaki IRIONDO
El 17 de mayo del pasado año el Congreso de los Diputados aprobó una resolución con aire de declaración de principios del Estado español ante una eventual negociación con ETA. Dada la abierta oposición del PP a aquel texto, era lógico y también necesario el apoyo al PSOE del resto de grupos parlamentarios, incluidos los nacionalistas vascos, catalanes y gallegos. Sin embargo, resulta llamativa la forma en la que el PNV ha asumido como propia aquella declaración. Se puede comprobar en las múltiples entrevistas en las que desde entonces Josu Jon Imaz se ha referido a la misma como «la resolución que negociamos y aprobamos en el Congreso». Esto da la imagen que ante el inicio de un proceso de búsqueda de la paz en Euskal Herria el PNV no sólo da un impulso al Gobierno en el momento que lo necesita, sino que hace suya su posición de partida. No todos los grupos nacionalistas que votaron aquella resolución se han mostrado después tan identificados con ella. Ahora, en este momento que tantos califican de histórico, el presidente del EBB ha dado un paso más y afirma que «la lealtad del PNV con Zapatero está asegurada y no tiene contrapartidas». La declaración ya ha levantado los pri- meros sarpullidos entre la militancia jeltzale. ¿Significa este anuncio de lealtad incondicional que cuando en una mesa entre ETA y el Gobierno se aborde la cuestión del respeto a los derechos de los presos el PNVestará a lo que diga Zapatero? ¿Tendrá el PNV el mismo criterio que Zapatero en torno a las víctimas, a todas las víctimas? Más de un abertzale podría pensar que la lealtad del Partido Nacionalista Vasco debiera ser para con Euskal Herria y que los intereses de ésta y los de Zapatero no son los mismos. Incluso más de un jeltzale podrá pregun- tarse por qué su partido cede el amplio espacio que hay entre Zapatero y la izquierda abertzale para colocarse, sobre todo tan deprisa, en uno de los extremos de esa mesa. -
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