La Tarjeta Sanitaria será necesaria para adquirir fármacos
·Gabriel Inclán afirma que así habrá «mayor seguridad» y la gestión será «más eficiente»
La Tarjeta Sanitaria, tanto en formato normal como en su versión electrónica, se deberá presentar a partir de mañana en las farmacias de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa para poder adquirir los medicamentos. El objetivo es que la prestación farmacéutica sea recibida por los pacientes «de forma adecuada a sus necesidades clínicas», dijo Gabriel Inclán.
BILBO
Durante la presentación de la campaña «Tarjeta sanitaria, siempre contigo», desarrollada por el Gobierno de Lakua, Osakidetza y el Consejo de Farmacéuticos de Euskadi, el consejero Gabriel Inclán recordó que el 30 de setiembre de 2005 se aprobó el decreto 251/2005, donde se regulaba la identificación de las personas usuarias para el acceso a la prestación farmacéutica en los tres herrialdes. Según indicó Inclán en rueda de prensa ofrecida ayer, la norma preveía su entrada en vigor a los seis meses de su publicación, por lo que a partir del 5 de abril se exigirá a los ciudadanos que accedan a una farmacia con una receta de Osakidetza, tanto roja como verde, la presentación de la Tarjeta Sanitaria para que le sea dispensado el medicamento. En este sentido, Inclán señaló que esta iniciativa «intenta dar más seguridad a lo que se hace y hacer una prestación más eficiente». También dijo que asegurará que la medicación se dispensa «realmente» a la persona a la que se ha prescrito, «un aspecto básico de calidad y seguridad en la utilización de los medicamentos». Inclán afirmó que esta exigencia no es «un capricho» del Departamento de Sanidad, sino que obedece a una necesidad de mayor seguridad de la prestación farmacéutica y de una «más eficiente» gestión de los recursos públicos. Asimismo, Inclán indicó que en los casos en los que los ciudadanos no posean la Tarjeta Sanitaria, ésta podrá ser sustituida por la tarjeta sanitaria europea, el resguardo provisional de solicitud de la misma o el documento provisional de asistencia sanitaria de la persona beneficiaria. Además, cuando la persona beneficiaria se encuentre imposibilitada para acudir a un centro de salud o a la farmacia, la persona que acuda en su nombre al centro sanitario deberá presentar igualmente el documento identificativo. Inclán aseguró también que la aplicación de esta nueva norma facilitará la implantación del proyecto de receta electrónica, el cual se ha llevado a cabo durante seis meses en dos municipios vizcainos y está previsto continuarlo a lo largo de 2006 en Laudio y otros municipios de Gipuzkoa.
510 millones de euros
Por otra parte, Inclán indicó que la prestación farmacéutica a través de la receta médica supuso durante 2005 un gasto total de 510.054.264 euros de fondos públicos. «Las recetas de los pensionistas son íntegramente abonadas con fondos públicos y las de activos son en su 60% abonadas también con fondos públicos», recordó. Por ello, la participación del usuario en la financiación de los medicamentos se reduce en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa al 85,89% del precio de venta al público de las medicinas y otros productos farmacéuticos. Este gasto en medicamentos se materializó a través de la facturación de alrededor de 35.000 recetas por parte de las 813 oficinas de farmacia abiertas al público en los tres territorios bajo administración del Gobierno de Lakua. «La magnitud de estas cifras da idea de la necesidad de la regulación del acceso a esta prestación por parte de los ciudadanos de Euskadi», concluyó diciendo el consejero Gabriel Inclán.
Profesionales de enfermería piden poder de prescripción
BILBO Satse reclamó ayer un debate «sereno» sobre la prescripción de fármacos por los profesionales de la enfermería ante la tramitación en el Congreso español de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios. El Sindicato de Enfermería recuerda, en este sentido, que estos profesionales cuentan con formación específica en esta materia y asegura que su reconocimiento supondría «beneficios» para todo el sector, y sobre todo para los ciudadanos. También pide a la Administración sanitaria el reconocimiento normativo de la prescripción por parte de los enfermeros «en un catálogo cerrado», y recuerda que estos profesionales cuentan con formación específica universitaria en farmacología (14 créditos) y «capacitación para elegir los productos más adecuados para atender determinados problemas de salud de los ciudadanos». A su entender, «poner barreras a esta competencia que ya se está realizando en los centros sólo serviría para mermar la atención sanitaria de calidad a los usuarios». Satse añadió que la prescripción enfermera derivaría en «beneficios» que redundarían «en todo el sector, y especialmente en los ciudadanos». Como ventajas, el Sindicato de Enfermería indica que «se materializarían en una correcta utilización del sistema sanitario y de sus recursos, favoreciendo asimismo la accesibilidad a los medicamentos y productos sanitarios adecuados a su situación y reduciendo la automedicación por parte de los ciudadanos».
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