La represión turca sitúa de nuevo sobre la mesa el conflicto de la nación kurda
·Ascienden a quince el numero de muertos en un conflicto que se extiende tambien a Estambul
La revuelta kurda en protesta por la muerte de guerrilleros del PKK, duramente reprimida por las fuerzas turcas de ocupación, se ha cobrado la vida de 15 personas, tras la muerte de tres personas en Estambul tras ser atacado un autobús por manifestantes kurdos, y dos kurdos más en un hospital de Diyarbakir. Las masivas protestas muestran la enorme frustración que vive esta nación frente al histórico olvido y la represión de Ankara.
DIYARBAKIR - ESTAMBUL
El 20 de agosto de 2005 el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, se presentó en la capital kurda de Diyarbakir con su receta para superar el histórico y largo conflicto entre la nación kurda y el Estado turco. Erdogan afirmó que «la cuestión kurda sólo se solucionará con más democracia». Siete meses después, sin embargo, la «democracia» de la que hablaba el primer ministro no se ha dejado ver en Kurdistán norte, al contrario. La aplicación de las viejas recetas represivas y las tímidas reformas emprendidas por la presión de la Unión Europea, como el anuncio de mediados de marzo de permitir a tres medio de comunicación Soz TV, Gun TV y Medya FM breves emisiones en kurdo, no han cambiado en nada la grave situación en la que vive la población kurda bajo la brutal ocupación turca. «Conceden los derechos a los kurdos como si fuera caridad», afirmó el poeta kurdo Mushin Kizilkaya al referirse a la concesión de Ankara. No obstante, la presente explosión kurda y las masivas protestas han vuelto a situar el conflicto sobre la mesa después de la muerte de 15 personas, tres de ellas en la noche del domingo tras ser atacado un autobús por manifestantes kurdos en Estambul, mientras que ayer se anunciaba la muerte de dos kurdos en un hospital de Diyarbakir por las heridas sufridas a manos de las fuerzas de ocupación turcas. Se desconoce cuándo fueron heridos.
Frustración política y social El intelectual kurdo independiente Umit Firat explicó, en la edición digital de “Liberation”, que «en esta explosión de rabia acumulada se mezclan la desesperación política por el bloqueo institucional y una inmensa frustración social». La extensión de las protestas a Estambul, donde viven cientos de miles de «inmigrantes» kurdos en precarias condiciones, ha encendido todas las alarmas de las autoridades turcas. El Gobierno turco se reunió ayer para estudiar las medidas a tomar para frenar la revuelta kurda, y hoy lo hará el Parlamento de Ankara en sesión extraordinaria. En opinión del investigador francés Jean François Pérouse, del Observatorio de la vida urbana de Estambul, ciertos partidos turcos opuestos a resolver la cuestión kurda de manera negociada podrían «instrumentalizar esta violencia para provocar enfrentamiento étnicos violentos». En Estambul viven cientos de miles de «emigrantes forzosos» kurdos, que tuvieron que huir de su país durante los duros años 90 por la política de tierra quemada que Ankara aplicó en Kurdistán norte. Estos «emigrantes forzosos» viven en Estambul «marginados económicamente y excluidos de la vida política», afirma Pérouse. Según despachos de prensa, vecinos del barrio Dolapdere de Estambul se enfrentaron el domingo a los manifestantes kurdos con palos, cuchillos e incluso hachas, mientras gritaban eslóganes proturcos. La prensa turca, entretanto, ha cerrado filas en torno al gobierno o a la inamovible posición de Ankara ante el conflicto. Desde los primeros días de revuelta varios diarios llamaban al Gobierno a no «bajar los brazos», aunque tampoco hizo falta arengar a Erdogan. El hombre que tenía la fórmula para solucionar el conflicto con «más democracia» afirmaba el viernes pasado que «la Policía hará lo que tenga que hacer, sean quienes sean las personas que sirvan como instrumento del terrorismo, niños o mujeres». Y así ha sido, doce kurdos han muerto en una semana de protestas, entre ellos tres niños.
Amenazan los intereses turísticos turcos
La organización armada kurda los Halcones de la Libertad de Kurdistán (HLK) amenazó ayer en un comunicado con atacar los intereses turísticos turcos, y exhortó a los extranjeros a no visitar el Estado turco. «Las divisas que aportan los turistas son la mayor fuente de ingresos del Estado turco (...) para atacar al pueblo kurdo», afirma la organización en un comunicado citado por la agencia kurda Firat. HLK pide a los turistas que no visiten el Estado turco o que se atengan a las consecuencias. -
Responsabilizan a Ankara de la grave situación
ESTAMBUL - DIYARBAKIR El alcalde kurdo de Diyarbakir, Osman Baydemir y dirigentes del Partido por una Sociedad Democrática (DTP) responsabilizaron al Gobierno turco de la grave situación e hicieron un llamamiento a la calma. Aysel Tugluk, copresidente de la citada formación afirmó que «en un estado fundado sobre el Estado de derecho ninguna arma puede ser utilizada contra manifestantes desarmados». Son el Gobierno y el primer ministro los responsables de todo lo que ha pasado», zanjó Tugluk en una rueda de prensa celebrada en Ankara. En Diyarbakir, Baydemir instó ayer a la calma. «Tengo dos preocupaciones serias, los enfrentamientos podrían agravarse y la buena voluntad de turcos y kurdos podría verse afectada», dijo el alcalde, que es investigado por apología del PKK, a Associated Press. Baydemir acusó al Gobierno de ignorar los problemas de los kurdos y rechazar citarse con los representantes políticos de la nación kurda. «Ankara tiene que escuchar la voz de esta gente», dijo el alcalde añadiendo que él y los miembros de su partido siguen esperando una reunión con el primer ministro turco. Baydemir confirmó que entre los muertos a manos turcas hay tres niños y urgió a Ankara a dejar de usar las armas de fuego contra los manifestantes. «En países donde se respetan los DDHH y la democracia se investiga a los que podrían estar implicados en las muertes de niños por armas». 565 kurdos han sido detenidos en una semana de protestas.
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