- Osasuna
El equipo acoge el varapalo con más ganas de seguir peleando
·«El equipo ha crecido y quiere hacer historia», aseguró ayer Javier Aguirre
IRUÑEA
Osasuna sufrió el domingo un serio varapalo que, sin embargo, no ha causado más disgusto del necesario a su técnico. Los tropiezos de los perseguidores y la cercanía del segundo puesto mantienen al equipo en una posición inmejorable y, por otro lado, Javier Aguirre encontró ayer en el vestuario una disposición que le tiene encantado.El técnico reconoció ayer haber pasado «una noche más larga», pero el paso de las horas y la actitud de sus jugadores en el regreso a los entrenamientos, le permitieron, por una parte, efectuar un análisis más frío de lo sucedido ante el Getafe y, por otra, mirar al futuro con un optimismo renovado que, de hecho, le llevó a hablar con toda claridad del objetivo de la Champions League. En lo que respecta a la contundente derrota del domingo, Aguirre culpó del desaguisado al mal juego en general y a las prisas en particular. «Fuimos un desastre sin balón. Con la pelota estuvimos bien, pero atrás estuvimos horrible», confesó el mexicano, que además vio a su equipo «con mucha prisa en el primer tiempo. Y por qué esa puñetera prisa. Todos tenemos ganas de ganar 30 en el primer tiempo, pero con el empate a cero no pasaba nada». «Debemos tener tranquilidad añadió, jugar con inteligencia, ser pacientes. Nos estamos jugando muchas cosas, pero estamos en una posición de privilegio. Los que deben tener prisa son los que están abajo. Ayer fuimos víctimas de nuestros propios errores», sentenció. Con todo, la crítica no fue generalizada. No hay que olvidar las numerosas ocasiones creadas por el equipo o, sobre todo, que «hasta el final les ví competir. No les puedo pedir más», destacó Aguirre.
«En pie de guerra»
Una reacción muy unida a lo que se respira en el vestuario y que hace descartar al técnico que su equipo se pueda venir abajo, cayendo en barrena como sucediera hace un par de temporadas cuando el sueño de la UEFA se empezó a difuminar. «Cuando ganamos 03 en el Bernabéu y faltaban 18 puntos para ir a UEFA, el equipo se desvaneció, incluido el entrenador. El año pasado también estuvimos doce partidos sin ganar y parecía que no pasaba nada. Pero hoy no, hoy escuece, es diferente. El equipo está relamiéndose las heridas y preparándose para la batalla, quiere que sea el domingo para ir a guerrear y sacar lo que perdió ayer. Eso me gusta reconoció, porque además, aunque yo también estoy en pie de guerra, la iniciativa parte de ellos».En este sentido, Aguirre explicó que cuando se reencontró ayer en Tajonar con sus jugadores «los he visto más serios que al entrenador. Hablé con los capitanes y me han transmitido que no me preocupe, que están enteros y que el objetivo no se va a escapar». Y es que Aguirre tiene claro que «el equipo ha crecido u quiere hacer historia. No se va a conformar con el récord de victorias, quieren hacer la mejor temporada de la historia, quieren ir a la Champions y así me lo dicen dentro y fuera del campo, y me gusta mucho». Ahora toca, claro está, que los rojillos «mantengan esa tensión y canalicemos y traduzcamos ese enfado» en el derbi del domingo frente al Alavés. Aguirre reconoce que «es en casa donde se gana el objetivo pero, tras la derrota de ayer, hay que pescar fuera, porque se nos escaparon tres puntos dolorosísimos. Así que te la comes, pasas página y vamos animados y entusiasmados».
La afición
El técnico, por último, volvió a elogiar la actitud que mostró el público rojillo el domingo. «En el 99% de los campos hubiésemos terminado abucheados. Pero ayer la afición hizo que me fuera a casa con una alegría. Es una afición de Champions y nosotros debemos corresponderles», subrayó Aguirre.
Apuntes
Javier Aguirre seguirá el derbi desde la grada
Javier Aguirre seguirá el derbi ante el Alavés desde la grada de Mendizorrotza. El técnico mexicano vio su quinta cartulina amarilla, por lo que deberá cumplir un encuentro de sanción.
Buena recaudación ante el Getafe
La afición rojilla atendió las peticiones del equipo. No sólo por su apoyo que mereció los elogios de Aguirre y Schuster, sino por su simple asistencia, que el domingo dejó 51.285 euros en las arcas de Osasuna.
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