Aunque lo parezca, esto no es una novela negra. Es la recta final de la competición baloncestística más desmesurada del planeta. En ella, hay equipos como Memphis Grizzlies y Los Angeles Clippers, a los que les sirve tanto ganar como dejar de hacerlo para tener oportunidades de pasar la primera ronda de los play offs en la Conferencia Oeste. El objetivo de ambos es la sexta plaza, la que da derecho a medirse a Denver Nuggets, tercer clasificado gracias a su campeonato en la división Noroeste. Y es que ante los Nuggets, tanto Grizzlies como Clippers tendrán sus opciones. En cambio, quien pinche en hueso, se encontrará con un coco: San Antonio o Dallas.
Mientras, a los Spurs y a los Mavericks sólo les vale las victorias en su encarnizada lucha por ser el mejor del Oeste. El que pierda, caerá hasta el cuarto puesto y perderá buena parte de los derechos que otorga ser uno de los mejores equipos de la liga. Así es la competición.
Phoenix Suns es uno de los pocos equipos que lo tiene claro en el Oeste: será segundo, recuperará a su estrella Amare Studimare y su rival será peligroso pero, a todas luces, asequible. Los Suns esperarán a los Lakers de Kobe Bryant o a los Kings de Mike Bibby, escuadras grandes venidas a menos que no pasarán de una victoria.
Utah Jazz y New Orleans/ Oklahoma City Hornets sueñan con la posibilidad de alcanzar a Lakers y a Kings en este suspiro final. Lo tienen difícil. Han de ganarlo todo y esperar a que sus rivales lo pierdan todo, y aún así, sólo forzarían un empate que puede ser estéril.
En la Conferencia Este caben menos cálculos y menos sospechas. Detroit Pistons será el mejor equipo de la liga por méritos propios. Ni siquiera los gigantes del Oeste han ensombrecido la figura de los hombres entrenados por Flipp Saunders. Los de Michigan, junto con San Antonio Spurs, los campeones del año pasado, serán los rivales a batir.
A la sombra de los Pistons se encuentran Miami Heat y New Jersey Nets, aunque ambos equipos desprendan diferentes vibraciones. Los de Florida son toda una incógnita, con un juego denso que lo basa todo en la inspiración de sus estrellas, están cerrando la tem- porada regular con más derrotas de las deseables.
Mejores son los augurios que soportan los Nets. Con un juego vistoso y una racha impresionante en esta la recta final, el trío compuesto por Jason Kidd, Vince Carter y Richard Jefferson parece un serio candidato a alcanzar la final de conferencia. Y es que a los Heat, con quienes se encontrarían los Nets en una hipotética segunda ronda, se les han atragantado seriamente los de East Rutherford.
En el cuadro de los campeones quedarán englobados los Cleveland Cavaliers, que salvo cataclismo se verán las caras con Washington Wizards. Cuidado con LeBron James y los suyos, ya que son un equipo con mucho hambre, mucho que ganar y poco que perder.
Apartir del quinto puesto la cuestión se centra en una lucha entre cuatro equipos por tres puestos. Indiana Pacers y Milwaukee Bucks lo tienen mejor, con una victoria de ventaja sobre Philadelphia 76ers, que cierran play offs, y dos sobre Chicago Bulls, el último aspirante con vida. Sea cual sea el resultado de la pelea, ninguno tiene posibilidades en sus respectivos cruces de primera ronda.
Hasta aquí el aspecto normal de la competición NBA, esa que premia las victorias. Pero en la liga profesional americana, existe otro rasero con vital importancia que sólo aparece cuando queda poco para que la temporada regular acabe: el draft. Y es que perder más que tus rivales, te da un mayor porcentaje de que en la lotería del draft, te toque el número uno. Que no es poco.
Izkander FERNANDEZ
BILBO