MADRID
El mantenimiento de la actual política carcelaria es una de las condiciones que pone el PP al PSOE si quiere contar con su apoyo para un posible proceso de resolución, según afirmó ayer en la Cadena Cope la secretaria de Política Autonómica y Local del partido, Soraya Sáenz de Santamaría, que ejerce eventualmente como portavoz del PP.
Tras el inicio del deshielo entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, Sáenz de Santamaría marcó ayer el terreno de juego que delimita el PP: «Lo que el presidente del Gobierno debe tener claro es que a ETA no se le puede pagar ningún precio político y no puede cambiar ni la política penitenciaria ni la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ni mucho menos la actuación de los jueces», enumeró.
En su opinión, estas condiciones que trata de imponer el PP «son las que exigen los ciudadanos».
En paralelo, reclamó que se reúna el Pacto PP-PSOE, ya que «es el sitio o uno de los sitios claves donde se tienen que llevar estas cuestiones» y «no hay motivo para que esa reunión no se celebre». Rodríguez Zapatero ha prometido convocar este foro en vísperas de acudir al Congreso para solicitar un aval para negociar con ETA, lo que podría ocurrir en el mes de mayo.
Junto a todo ello, Sáenz de Santamaría reiteró la inquietud que provoca a su partido el nombramiento como ministro de Interior de Alfredo Pérez Rubalcaba, «por lo que Zapatero pueda tener en mente». Aseguró que la izquierda abertzale está satisfecha por este cambio.