MADRID
Entre los procesados por el magistrado hay nueve españoles, todos ellos vinculados a la denominada «trama asturiana» que suministró los explosivos a los autores de la masacre, encabezada por el ex minero José Emilio Suárez Trashorras, el imputado a quien se acusa de un mayor número de delitos, que podrían suponer una condena de más de 32.000 años de prisión. A Trashorras, como proveedor de la dinamita, se le considera responsable no sólo de los
191 muertos y 1.755 heridos de los trenes el 11 de marzo, sino también del fallecimiento del agente de los GEO en la explosión el 3 de abril del piso de Leganés, en el que se «suicidaron» siete de los autores del 11-M, incluidos los dos líderes de la célula: Jamid Ahmidan, y Serhane.
Por los atentados contra los trenes, Del Olmo procesa además a otras cinco personas: Jamal Zougam, Rabei Osman El Sayed, Hassan El Haski, Youssef Belhadj y Abdelmajid Bouchar, que, además, forman parte de los nueve procesados a los que el juez imputa un delito de pertenencia o integración en la «organización terrorista islamista» a la que considera autora de la masacre.
Los otros cuatro son Basel Ghalyoun, Larbi Ben Sellam a quien también se le acusa de un delito de inducción al «suicidio» por enviar a Irak muyahidines dispuestos al martirio, Mohannad Almallah Dabas y Fouad El Morabit.
Otros diez procesados, entre ellos el propio Suárez Trashorras y el confidente de la Guardia Civil Rafa Zouhier, lo han sido por colaboración con «organización terrorista».
El juez Juan del Olmo no hace, en su auto de procesamiento, de 1.470 páginas, más referencia a ETA que la realizada por un testigo protegido de referencia (que dice lo que le han contado) relacionado con la trama asturiana.
La elección del día
El juez dice que «la selección de la fecha de la acción terrorista tiene profundas implicaciones estratégicas y determina la forma de actuar de los terroristas. Siempre se tratará de elegir que el atentado terrorista se produzca coincidiendo con algún gran acontecimiento que sirva de caja de resonancia y que incremente al máximo la presión para conseguir los efectos políticos deseados».
En cuanto a la situación previa al 11-M, el juez indica que en el Estado español se había desarticulado una célula relacionada con Al Qaeda en noviembre de 2001, y en mayo de 2003 se cometieron los atentados de Casablanca contra un objetivo civil español. El estado español, además, destaca el juez, «formaba parte de la coalición internacional que mantenía tropas en Irak, y era considerada por EEUU un aliado clave en la cuestión de Irak».
Varios documentos de análisis de valoración de la amenaza en el Estado español de entre 2000 y 2002 señalaban que «la implicación en conflictos internacionales puede convertir a nuestro país en objetivo coyuntural de determinados grupos terroristas extranjeros».
Así, en un documento de 2002 se afirma que los objetivos secundarios del «terrorismo internacional» serán los aliados más estrechos de los EEUU, y que había que considerar la existencia de «ataques terroristas que requieren una preparación a largo plazo».
En otro, del 24 de febrero de 2003 se comentan las detenciones de varios sospechosos de planear atentados contra barcos militares que cruzan el Estrecho de Gibraltar.
MADRID
Los mineros asturianos Emilio Llano Alvarez y Raúl González Peláez, que se encuentran procesados en el sumario abierto a raíz de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, abonaron ayer las fianzas exigidas por el magistrado y salieron de prisión.
Según informaron fuentes de Instituciones Penitenciarias, el primero en ser excarcelado fue González, interno en la prisión de Monterroso (Lugo) y cuya defensa abonó poco después de que le fuera notificado el auto de procesamiento la fianza de 35.000 euros impuesta por Del Olmo.
También Llano depositó la fianza, que en su caso era de 25.000 euros, y abandonó a últimas horas de la tarde la cárcel de Burgos.
Del Olmo ha fijado asimismo una fianza de 50.000 euros para que otro de los miembros de la denominada «trama asturiana», Antonio Toro, y el también procesado Mahmoud Slimane Aoun, puedan abandonar la prisión.
Toro se encuentra en la prisión de Valladolid y Slimane en la de Jaén.