Rojo remarca que acercar a los presos sería «reversible»
Con el acercamiento de presos «no se le da ninguna condición de gracia a nadie: se va de cárcel a cárcel. Es algo que tiene que ver mucho más con las familias que con el preso». Son palabras de Javier Rojo, presidente del Senado español, quien advierte que cualquier medida en este sentido tendría en todo caso un carácter «reversible».
MADRID
Javier Rojo, presidente del Senado español y miembro de la Ejecutiva del PSE, manifestó ayer en una entrevista publicada por Europa Press que el «acercamiento» de los presos políticos vascos a EuskalHerria «puede ser importante», pero no sin antes advertir que en todo caso sería una medida «reversible». Añadió que «las cosas hay que hacerlas con mesura y tranquilidad. En los anteriores procesos hubo acercamientos, no hubo ruido ni ocurrió nada».
Además, el representante del PSE subrayó que cumplimentando el derecho de todo encarcelado a estar cerca de sus domicilio «no se le da ninguna condición de gracia a nadie: se va de cárcel a cárcel». Reconoció que un posible final de la dispersión «es algo que tiene que ver mucho más con las familias que con el preso».
En el resto de la entrevista, Rojo defendió que la actual situación se debe a que ETA se encuentra «al límite», que ahora es momento de «verificación» del alto el fuego y no de «mesas de partidos», que «no ha cambiado nada» en lo que respecta a las FSE y a la Justicia, que no se va a hablar sobre autodeterminación, que Batasuna ha de cumplir la Ley de Partidos «de la A a la Z» y que en Euskal Herria no existen problemas de identidad nacional. «El problema no es ése, ni lo ha sido ni lo será. El problema es el terrorismo y la convivencia. Los vascos queremos estar en España, sobre todo porque nos ha ido muy bien», sentenció.
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