Soledad GALIANA
Sinn Féin saluda la implicación de Dublín en los actos pero le recuerda los principios
·El gobierno irlandes se suma por primera vez desde hace treinta años y lo hace con un desfile militar
El Gobierno irlandés ha decidido organizar un desfile militar en el centro de Dublín, la primera celebración oficial del Levantamiento de Pascua en treinta años. Por su parte, el presidente de Sinn Féin, Gerry Adams, recordó que los principios del levantamiento siguen siendo una asignatura pendiente y llamó a la creación de una coalición basada en la autodeterminación e igualdad para trabajar por la unidad irlandesa.
DUBLIN
El primer ministro irlandés, Bertie Ahern, mostró su deseo de que el desfile militar planeado por su Gobierno para celebrar el noventa aniversario del Levantamiento de Pascua de 1916, que abrió las puertas a la independencia de Irlanda, y en el que participarán 2.500 soldados, sirva para que «todo el pueblo de Irlanda y aquellos que apoyan opciones políticas diferentes, o se encuentran en una posición en la que no pueden apoyar ninguna» sientan que pueden celebrar «a la gente que nos dio nuestra libertad, nuestra independencia, nuestra autodeterminación y todo lo que tenemos hoy y todo lo que necesitamos en el futuro”. El Levantamiento de Pascua fue planeado por la Hermandad Republicana Irlandesa y ejecutada por los Voluntarios Irlandeses. La fecha elegida para la revelión fue la del domingo de Pascua de 1916. Padraig Pearse, que encabezaba el batallón que ocupó la Oficina General de Correos, en el centro de Dublín, fue el encargado de leer la Proclamación de la República Irlandesa, un documento basado en los principios de igualdad y autodeterminación. Sin embargo, y a pesar de lo mermado de las fuerzas británicas en Irlanda, ya que Gran Bretaña participaba en esos momentos en la primera guerra mundial, el levantamiento fracasó. Los británicos detuvieron a 3.430 sospechosos y los quince líderes de la revuelta incluyendo los siete firmantes de la proclamación de independencia fueron ejecutados entre el tre y el doce de mayo. Entre ellos se encontraba James Connolly, sindicalista y fundador de los Voluntarios, que se encontraba herido de muerte. Un total de 1480 personas fueron encarceladas sin juicio y enviadas a cárceles en Gales.
Gran expectación
Si en aquellos momentos los implicados en la revuelta fueron insultados y agredidos por los dublineses uno de los diarios de la época que aún existe, “The Irish Independent” exigió la ejecución de los líderes de la revuelta hoy se estima que un total de 100.000 personas podrían reunirse en el centro de Dublín para presenciar la marcha que se iniciará en el castillo de Dublín poco antes del mediodia y recorrera sus principales calles hasta la Oficina de Correos, donde les recibirán la presidenta de Irlanda, Mary McAleese, y Ahern. Entre los 900 invitados a la marcha se incluyen descendientes de aquellos que lucharon en el alzamiento, políticos y representantes de las misiones diplomáticas en Irlanda, incluyendo el embajador británico Steward Eldon. Representantes unionistas en la Asamblea norirlandesa han rechazado la invitación del Gobierno irlandés, ya que consideran que la conmemoración dotará de un carácter heróico lo que ellos consideran «una revolución violenta».
Celebración anual de Sinn Féin
Debido a la celebración hoy de la marcha oficial, Sinn féin se vio obligado a transferir su tradicional desfile de Pascua en Dublín al mediodía de ayer, sábado. El presidente de Sinn Féin, Gerry Adams, felicitó al Gobierno de Dublín por su decisión de retomar la celebración del Levantamiento y recordó que ésta no sólo fue abandonada, sino prohibida por la Administración de Dublín, que llegó incluso a arrestar a la hija de Connolly, para entonces en edad ya avanzada, «por atreverse a hacer lo que los republicanos irlandeses nunca han dejado de hacer, homenajear a un patriota muerto». Adams criticó que Ahern hubiera dedicado el desfile de hoy a las Fuerzas Armadas, ya que «no es lo que la conmemoración de Pascua debe ser», y apuntó a que se debe volver a los principios de la proclamación de 1916, ya que estos no han llegado a cristalizar. «La Proclamación es sobre autodeterminación y democracia. ¿Alguien cree que los hombre y mujeres de 1916 hubieran aceptado la división de Irlanda?», se preguntaba el líder republicano, que también recordó que el Gobierno tiene cuentas pendientes en las áreas de bienestar social, igualdad, la defensa de los intereses nacionales frente a las multinacionales, y la promoción del antirracismo y la interculturalidad.
El objetivo de Sinn Féin es el Ejecutivo
DUBLIN Durante su intervención en Dublín, Gerry Adams, desmintió rumores de que su partido haya considerado boicotear la Asamblea de Belfast, que será reinstaurada por Londres el próximo 15 de mayo, pero recordó que la única razón que justifica la presencia de los republicanos en la cámara legislativa es la creación del Ejecutivo, y que no tienen ningún interés «en pasar el tiempo charlando». Adams advirtió que la creación del Ejecutivo deber ser también el objetivo de los gobiernos. El presidente de Sinn Féin fue muy crítico con la actuación de líder unionista Ian Paisley y lo que calificó como intentos de volver a un gobierno de mayoría exclusívamente unionista. «De la única manera que Ian Paisley volverá a ejercer el poder político es en un ejecutivo con Sinn Féin», advirtió Adams. «Si Ian Paisley sigue negándose a reconocernos como iguales, entonces los dos gobiernos deberán cumplir con su compromiso de implementar de manera conjunta todos los otros elementos del Acuerdo de Viernes Santo, e incrementar sustancialmente la armonización y la dirección de Irlanda como una totalidad», exigió Adams, que sabe que el líder unionista se encuentra en una difícil tesitura, ya que si negociar con sinn Féin va en contra de los principios del DUP, una posible participación de Dublín en las decisiones sobre el norte de Irlanda el escenario de futuro si su partido se niega a formar gobierno con los republicanos sería algo totalmente imperdonable para la comunidad unionista. Adams también quiso recordar el papel esencial que el IRA y los presos políticos han jugado en la consolidación y avance del proceso de paz, incluyendo la decisión del pasado año de la organización republicana de abandonar su campaña militar contra los británicos y destruir su armamento.
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