REAL SOCIEDAD 1
RACING DE SANTANDER 0
DONOSTIA
La Real dio un paso fundamental en la lucha por la permanencia al sacar el máximo rendimiento a un gol de un crack gracias a que por segundo partido consecutivo los blanquiazules despidieron un partido en Anoeta sin encajar un gol.Para ello volvió a ser clave la seguridad de los defensas que tanto han sido criticados cuando los números cuando ha jugado la defensa titular Aitor, Jauregi, Labaka o Ansotegi y Garrido son muy buenos, el trabajo de un jugador clave como Garitano y el lujo de tener un gran portero que en los dos partidos ha sacado una mano providencial en el momento clave cuando se podían desequilibrar para el lado del visitante.
Para que la Real ganara ayer Bakero tuvo que renunciar a parte de su ideal y dar entrada a Gari en lugar de Nihat. Se puede discutir si tiene que jugar el turco o Skoubo ninguno de los dos hace méritos para ser indiscutibles, pero todos los partidos queda en evidencia que la Real no funciona con esta pareja de delanteros y el entrenador que les pone tiene que retirar a uno.
El año pasado la reacción que llevó a la permanencia llegó con la entrada en el once de Gari tras la lesión de Nihat. Ayer ese cambio llegó cuando el Racing se dio cuenta de que podía ganar un partido que había venido a empatar. En los diez primeros minutos del segundo tiempo dispuso de tres remates mientras que la ofensiva Real apenas pasaba del centro del campo con el balón controlado. Sólo entonces Bakero se rindió al sentido común y prescindió de uno de sus dos delanteros para reforzar el centro del campo que dominan los rivales cuando la Real juega con Nihat, Novo, Skoubo, Prieto y Mark González. Ese simple cambio varió la dinámica del segundo tiempo y del partido.
A pesar de que Gari puede aportar más detrás del punta que en banda derecha y que con Xabi Prieto sucede lo contrario, el donostiarra permitió al de Ibarra disparar en la primera ocasión de peligro de todo el partido de la Real. Poco después Gari, Xabi Prieto y Aitor fabricaron una jugada en la banda derecha que habría quedado en nada si Mark González no habría empalmado de manera muy meritoria un balón al que sólo un crack puede sacar el rendimiento que logró él. Además Gari pudo provocar un penalti y agotó muchos segundos con las faltas que provocó y con el tiempo que tuvo el balón en su poder con su competitividad que le lleva a pedir más minutos.
A partir del gol el Racing cometió el error inicial de la Real, quiso buscar el empate con más delanteros en lugar de los jugadores que sujetaban el centro del campo y, a partir de ahí, los blanquiazules controlaron el partido sin temer por la integridad de la portería de Riesgo en más ocasiones que un remate de Antoñito que el debarra desbarató con una gran parada y en un disparo de Pinilla alto.
Nada en el primer tiempo
Bakero volvió al once alineado ante el Málaga y se confirmó que no por jugar con más delanteros ni con más centrocampistas de características ofensivas se ataca mejor. Sobre todo, porque la clave para atacar bien es recuperar el balón cerca de la portería rival y con los jugadores que alinea Bakero hay que esperar a que llegue a la defensa para iniciar el ataque. La diferencia con respecto al anterior partido de Anoeta radicaba en que el Racing salía al campo con un equipo más defensivo consciente de que el empate era un gran resultado. Y si ante el Málaga fue necesaria una falta inexistente para encarrilar el encuentro, en los tres corners y la docena de faltas concedidas por el Racing en el primer tiempo sólo se puede rescatar una botada por Novo, que tocó Nihat y después Skoubo para que el balón saliera bombeado alto. Eso, o sea, nada, fue todo lo que hizo la Real en ataque.
El Racing no hizo mucho más porque tampoco buscaba la victoria, con lo que los minutos pasaban sin que ninguno de los dos equipos fabricara una ocasión de gol. Y la Real, a pesar de necesitar la victoria y de jugar en casa con un equipo supuestamente ofensivo ante otro que quería empatar, ni llevó la iniciativa en el juego, como lo demuestra que apenas tuvo el 53% de la posesión de balón en el primer tiempo y en los minutos finales fueron los cántabros los que lo controlaron más en una tendencia que se agudizó en el inicio del segundo tiempo hasta que se asustó Bakero.La pena es que la Real tenga que sentirse al borde del precipicio para que se imponga el sentido común. Por suerte el equipo y su afición tienen nivel de Primera y gracias a esos seis puntos y al meritorio empate del Bernabéu la Real está hoy empatada en el decimotercer puesto con dos puntos sobre el descenso y con uno y el average favorable sobre el Racing. Pero todavía faltan dos victorias y hay que buscarlas cuanto antes.