CHERBOURG
Activistas medioambientales se manifestaron ayer para denunciar los planes del Gobierno francés de construir más reactores nucleares en el Estado y para conmemorar la catástrofe de Chernobil, de hace casi veinte años. Organizados por el colectivo «Salir de lo nuclear», que reúne a más de 700 grupos, y la asociación «EPR, no gracias, ni aquí ni en otra parte», decenas de miles de activistas de unos veinte países se opusieron a la construcción del EPR (Reactor Europeo Presurizado), que comenzará en 2007 con vistas a su entrada en servicio en 2012.Cherbourg está situado cerca del centro de procesamiento de combustible nuclear de La Hague y de la central de Flamanvilee. El reactor de tercera generación está destinado a reemplazar progresivamente los reactores de las 19 centrales atómicas francesas, que cesarán su actividad hacia el 2020.
Los activistas antinucleares opinaron que el EPR «es inútil» argumentando que el programa nuclear francés tiene un exceso de capacidad. Agregaron que también es peligroso, porque el reactor no resistiría el impacto de un gran avión comercial con el depósito lleno.
Por contra, el Gobierno francés dijo que las nuevas instalaciones serán «más eficientes, seguras y medioambientalmente menos agresivas que las actuales». Sin embargo, varios activistas aseguran que la energía nuclear es peligrosa en potencia y que el desarrollo de plantas de nueva generación ralentizará la búsqueda de energías alternativas.
«Por otra política energética»
Los organizadores detallaron que más que una marcha antinuclear «es una manifestación por otra política energética con futuro».Lamentaron que el Estado francés es el único que continúa desarrollando plantas de energía nuclear tras el desastre del 26 de abril de 1986 en la planta nuclear de Chernobil. Añadieron que también es el país nuclearmente más dependiente del mundo, ya que dispone de 59 reactores que producen el 59% del total de su energía.
