DONOSTIA
Lejos de las multitudes congregadas en anteriores experiencias realizadas en otras ciudades, Spencer Tunick cuenta con 300 personas para la intervención que llevará a cabo mañana en el Kursaal de Donostia. El fotógrafo estadounidense adelantó ayer que la sesión tendrá lugar en el interior del cubo, «en las escaleras y con la cubierta translúcida de los cubos como fondo». Normalmente suele captar tres fotografías, pero en este caso dependerá de la respuesta del grupo de voluntarios dispuestos a posar desnudos. En vista de que teme cierta timidez en los donostiarras, quizá opte por dos, «aunque sí todo va bien podría tomar hasta cuatro», dijo.
«Me gustaría lograr una especie de reunión de fantasía para la gente que está desconectada del mundo exterior y que necesita un espacio interior como el que vamos a crear para encontrarse», dijo.
El fotógrafo estadounidense busca con los grupos pequeños de gente desnuda al «individuo dentro de la masa», aunque en ningún caso que la atención quede centrada en una persona concreta. Preguntado por si él se desnudaría, Tunick aseguró no tener ningún problema en hacerlo.
Disfruta tanto con sus grandes montajes como con los de grupos más reducidos y aseguró que, de hecho, una de las experiencias «más interesantes» fue cuando fotografió en Santa María da Feira (Portugal) a 300 personas desnudas, cifra similar a la de Donostia. Explicó que tiene una persona que se encarga de las localizaciones y es «quien va de avanzadilla a los lugares». Este compañero es el que vino hace varios meses a la capital guipuzcoana y «no encontró ningún otro lugar en el que cupieran todas las personas que yo quería utilizar para mi instalación», indicó.
La Fundación Centro Ordóñez Falcón de Fotografía (COFF), entidad que con el apoyo de la Diputación de Gipuzkoa, el Ayuntamiento de Donostia y patrocinadores privados, ha hecho posible este acontecimiento, trabaja ya para que el próximo año Donostia acoja una muestra de la obra de Tunick, algo que no disgustará al artista teniendo en cuenta que ayer afirmó que la mejor forma de «experimentar» su trabajo es viéndolo en una exposición.