Tres muertos en las multitudinarias protestas contra el monarca de Nepal
Tres manifestantes nepalíes resultaron muertos ayer por disparos de la Policía en la masivas protestas que se desarrollaron en Katmandú contra el rey absoluto Gyanendra. La régimen decidió ayer ampliar el toque de queda hasta hoy, mientras que la oposición respondió con un nuevo llamamiento a tomar de nuevo hoy las calles.
Katmandu
El régimen que encabeza el rey Gyanendra ensangrentó ayer de nuevo el país tras reprimir con dureza las masivas marchas de protestas de los ciudadanos nepalíes. Tras personas resultaron muertas por los disparos de la Policía contra una marcha que salía del área de Kalanki, situado en la vía circular de 27 kilómetros que rodea la capital, dentro de la cual impera el toque de queda impuesto por el monarca. Decenas de personas quedaron heridas doce, según fuentes médicas, se encuentran en estado crítico. Según algunas fuentes, otras dos personas más podrían haber muerto en las protestas. En el oeste, otras 26 personas fueron heridas por disparos.
Las marchas, convocadas por la alianza de siete partidos el pasado 6 de abril, desafiaron el toque de queda impuesto por el rey absoluto en el anillo que rodea la capital.
Decenas de miles de nepalíes convergieron hacia Katmandú desde distintos puntos. 10.000 manifestantes cruzaron al nordeste de la capital, apuntados por los fusiles de los soldados.
En el límite norte de Katmandú, en Gongabu, miles y miles de personas hicieron lo propio. Hombres, mujeres, niños, coreaban eslóganes contra el rey Gyanendra. «Hemos venido a sacrificar nuestras vidas por la democracia», señaló Sanyam Poudel, de 22 años de edad. «No tenemos miedo (...) hemos dado muchas oportunidades a la familia real pero el rey nos ha despreciado», añadió.
En la periferia oeste de la villa, miles de manifestantes convergían hacia uno de los principales puntos de acceso a la capital, Kalanki, bloqueada por un impresionante cordón de policías y soldados. «La gente venida de Kirtipur y de otras localidades converge hacia Kalanki. Puedo ver una marea humana cubrir la ruta, de 3 kilómetros», narraba Rajendra Mamandhar desde el tejado de una casa.
A lo largo de los 27 kilómetros de la vía circular, miles de personas gritaban eslóganes como «Gyanendra, ladrón, sal del país», «Viva la democracia» o «Colgar a Gyanendra». En el interior de la capital, las calles estaban desiertas, a excepción del despliegue masivo del Ejército y de la Policía.
Fue en Kalanki donde los policías dispararon de manera indiscriminada. Según testigos, «la Policía salió fuera de la vía circular, donde no se extiende el toque de queda, y disparó contra los manifestantes». Después se supo que la Policía secuestró en el hospital los cuerpos de sus víctimas.
Cada vez más aislado en su palacio, el rey absoluto decidió ayer prolongar hasta hoy el toque de queda que impera en la capital. La respuesta de la oposición tampoco se hizo esperar, al convocar para hoy nuevas protestas masivas.
Comienza así la tercera semana de huelga general ilimitada y de protestas diarias contra el rey, que hasta el momento se han saldado con 14 muertos.
India habla de un inminente «anuncio» real
NUEVA DELHI El enviado especial del Gobierno indio a Katmandú dijo ayer estar «esperanzado» por la posibilidad de que el rey absoluto realice un «inminente anuncio», para contrarrestar el cada vez más amplio movimiento de protesta en su contra. Probablemente su declaración llegue muy tarde. «Soy optimista. Tengo la esperanza de que el rey haga en breve un anuncio», señaló a la prensa el enviado indio Karan Singh a su regreso a Nueva Delhi tras entrevistarse con el desprestigiado rey. Singh no precisó qué tipo de movimiento haría el monarca, pero sí afirmó que «el balón está en el campo del rey». Tras entrevistarse con el rey, Singh insistió en la necesidad de «iniciar un proceso de diálogo con las fuerzas constitucionales de Nepal con el objetivo de restablecer con urgencia la democracia multipartidista». Singh excluyó a la guerrilla del proceso y, a tenor de sus palabras, apuesta por la continuidad de la monarquía. Gesto de la guerrilla Entretanto, la guerrilla maoísta liberó ayer a 19 policías que retenía en su poder tras un ataque cometido en el sur del país.
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