GASTEIZ

Emulando una autopista, los miembros de Eguzki pusieron en el suelo de la plaza de la Diputación de la capital alavesa un plástico negro, para posteriormente, vestirse ocho de ellos de árbol y derrumbarse sobre la vía.

Eguzki denunció, asimismo, los continuos cambios de opinión y «enormes contradicciones» de la Diputación alavesa, ya que, según recordaron desde el colectivo ecologista, esta institución «se ha manifestado cuatro veces en ocho años en contra de la Eibar-Gasteiz, llegando incluso a decir que entrará como autopista en el túnel de Arlaban ­en la muga entre Araba y Gipuzkoa­ y saldrá como una carretera inferior».

Del mismo modo, recordaron que cuando se hicieron los NIP (Núcleos de Intervención Participativa) se vio «de facto» que no había que hacer una autopista, porque según destacaron desde Eguzki «se sabía que iba a ser deficitaria» y que lo realmente a tener en cuenta eran los aspectos ambientales.

Recordaron, además, que los trazados de la Eibar-Gasteiz y el TAV van en paralelo, por lo que los estudios ambientales deberían ser conjuntos, ya que «los efectos ­el efecto barrera, el efecto separación, división del terreno rural, etcétera­ se multiplican». Sin embargo, no ha sido así, ya que la Diputación mantiene que «eso es lo que va a retraer coches y camiones de la carretera».