«Un proceso que no recoja la amnistía no vale para una solución democrática»
Un cuarto de siglo es el tiempo que lleva en prisión el vecino de Aramaio Jon Agirre Agiriano. Una manifestación y un acto exigieron ayer en Arrasate su puesta en libertad. Pese a que padece diversas dolencias, las autoridades españolas le han negado el artículo 92. También se reclamó la amnistía para los represaliados políticos.
ARRASATE
Cientos de personas se manifestaron ayer por la tarde por las calles de Arrasate para exigir la inmediata puesta en libertad del preso político vasco Jon Agirre Agiriano, que además de llevar 25 años en prisión padece diferentes enfermedades. Pese a haber cumplido hace años las tres cuartas partes de su condena, aún no ha sido liberado, y le han negado la aplicación del artículo 92, el referido a los presos enfermos de gravedad.
Llamada a la confianza La manifestación partió a las 17.30 desde la estación de autobuses de Garibai, para finalizar, acto seguido, en el polideportivo Iturripe y dar paso a un acto político en el que se puso de relieve la situación actual del Colectivo de Prisioneros Políticos Vascos, bajo la referencia particular del caso de Agirre Agiriano.
Un representante de Askatasuna tomó la palabra para exponer que «gracias a la lucha que personas como Jon Agirre han realizado, nos encontramos ahora en este escenario político», y agregar que «un proceso que no recoja en sí la amnistía no vale para una solución democrática». Es por ello que interpeló a los diversos gobiernos a asumir esa realidad. Constató que, aunque Euskal Herria se encuentra en un nuevo tiempo político, «sabemos muy bien cuál es el juego del PSOE: emplear como moneda de cambio a los presos ante un eventual proceso». Señaló que «los derechos de los presos continúan siendo el juguete de los carceleros» y subrayó que la dispersión sigue en vigor. Por su parte, Askatasuna quiso transmitir un mensaje «de confianza hacia nosotros mismos, ya que este pueblo no va a permitir aumentar los intereses de nadie a costa de los presos y exiliados políticos».
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