En la confianza de que la alarma social les va a resultar rentable, los analistas-propagandistas de la derechona se han puesto a dar voces y a interpretar todo en clave catastrofista. Lo hacía ayer, en “El Mundo”, Justino Sinova, que titulaba así su pieza: «La sonrisa de Otegi»: «lo que se sospechaba y no queríamos creer ya está a la vuelta de la esquina. Sólo hay que ver la euforia de Batasuna, la organización etarra, que sin salir de la ilegalidad, va a ser interlocutora del Partido Socialista con el aval del presidente del Gobierno». Y servidora ha visto de todo menos euforia en ninguna parte, qué le vamos a hacerŠ

Sinova está más triste que cuando se le murió el gato porque «tal como discurren los acontecimientos, podemos temernos lo peor. ETA no ha renunciado a una sola de las exigencias por las que ha asesinado a casi 1.000 personas, no ha desistido de la violencia ni ha pedido perdón a las víctimas. Batasuna, su organización política, ni siquiera ha formulado una tímida condena de los crímenes ni ha dado un solo paso para optar a ser legal. Sin embargo, Zapatero autoriza un contacto ‘político’ con los etarras. Ahora dicen que se trata de convencer a los batasunos para que afloren a la legalidad, pero no es necesario un contacto para eso. Más bien, es necesario no sentarse a una mesa con ellos, sino exigírselo o aplicarles el Código Penal, como a todo hijo de vecino. La reunión es para otra cosa (...) para empezar a entregarles algo, para que no haya muertos y porque los hubo».

Y para decir que tiene que volver Aznar, se dibuja un panorama desalentador: «¿Cómo Otegi y compañía van a tener problemas policiales si son interlocutores aceptados, si el fiscal del Estado sólo tiene argumentos favorables para ellos, si el presidente habla de un ‘diálogo político’ con ellos? Su contento tiene plena justificación. (...) Es lógico que hoy sueñen con que lo van a conseguir. Nunca han estado más cerca, ni nunca el Estado de Derecho ha estado más a las puertas de la rendición». ¿Por qué siempre hablan de derrotas y victorias? ¿No saben lo que es el diálogo, la negociación y el acuerdo?

Y, para terminar, la guinda: «Hay que prepararse para lo peor. La risa de Arnaldo Otegi es la prueba de que ETA va ganando. Hasta hace poco, Otegi tenía el susto y la contrariedad en la cara. Hoy ríe ante las cámaras. Esa risa es el pronóstico de una claudicación». Pues a mí me parece que está más guapo cuando sonríe. - msoroa@gara.net