GARA
DONOSTIA
El presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, anunció que propondrá al Congreso, que se reunirá en Múnich mañana y el jueves, la creación de una «Comisión de Etica», con poder sancionador, para atajar los desmanes que se produzcan en cuestiones colaterales como las apuestas o el racismo. Esa fue la principal cuestión abordada por el Comité ejecutivo de la FIFA que se reunió el domingo, durante seis horas en Múnich, para preparar una reunión a la que asistirán las 207 asociaciones afiliadas.
Blatter afirmó que esta Comisión, que será el tercer órgano jurisdiccional junto a la Comisión de Disciplina y la de Apelación, será «una herramienta para controlar nosotros mismos el fútbol frente a abusos, como las apuestas, el problema con los agentes, con la propiedad de los clubes o la injerencia política en el fútbol».
Esta Comisión sustituye a la anterior con el mismo nombre, pero que tenía un carácter consultivo y no era independiente y lo que pretende, según Blatter, es fijar «el rumbo» para evitar «desviaciones».
El presidente de la FIFA aseguró que esa relación de sanciones para casos como la implicación de jugadores, técnicos o árbitros en apuestas se creará tras el Mundial, porque lo que no quieren es precipitarse, como ocurrió cuando se quiso responder a los casos de racismo en los estadios.
«Tras el Mundial, habrá un compendio de sanciones, porque queremos evitar imponer algo rápido y darnos cuenta, después, de que no funciona», agregó Joseph Blatter.
El dirigente suizo nombró los casos de corrupción que se han producido en el fútbol alemán, el belga, el brasileño o, recientemente, en el italiano, y señaló al destinatario de todos ellos.
«Comprobamos que, en todos estos escándalos, estuvo en el ojo del huracán el árbitro. Está muy aislado y, por eso, es el eslabón más vulnerable en todo tipo de abusos», indicó.
Para evitarlo, Blatter propone la total profesionalización del arbitraje, pero pasa la cuenta a las ligas de fútbol europeas. «En el fútbol profesional es indispensable contar con árbitros profesionales, porque un hombre que ejerce su profesión no puede ser intimidado o sobornado fácilmente», indicó.
«Llevamos diez años pidiendo la profesionalización del arbitraje, pero para eso hace falta que todos quieran. En las ligas profesionales, hay bastante dinero para pagar de una forma decente a los árbitros», agregó.
De igual forma, el presidente de la FIFA anunció que se someterá a la aprobación el cambio en los estatutos que permita la adecuación a la normativa de la Agencia Mundial Antidopaje para evitar las discrepancias.