La ventaja de Alán García con respecto a Ollanta Humala se redujo a poco más de cinco puntos, escrutado el 95,5% de los votos emitidos el domingo.Este recorte de la diferencia a la mitad (las primeras estimaciones hablaban de 11 puntos más para el candidato socialdemócrata) tiene sin duda que ver con la inclusión de los votos de las regiones más lejanas. No hay que olvidar que el candidato alternativo ha logrado la mayoría en 15 de los 25 departamentos del país,logrando mayorías aplastantes (88% en Ayacucho) en las regiones andinas y selváticas del país.
A falta del recuento de 738.000 votos, y habida cuenta de que el que ya fuera presidente García sacaba 705.000 de ventaja a Humala, las posibilidades de victoria de este último se restringían al ámbito de la matemática pura y dura.
No obstante, los responsables de su campaña electoral se apresuraron a anunciar que no reconocerán su derrota hasta que la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) ofrezca los resultados definitivos de la segunda vuelta.
Dulce derrota la de Humala, si hacemos caso de los análisis más alejados de la euforia de la socialdemocracia europea (con el PSOE como paladín).
El propio Humala, recordó al reconocer la misma noche electoral su derrota dejando en su lugar a los agoreros que auguraban un estallido de violencia por parte de sus seguidores, que «esta es una noche de victoria, hemos logrado en tan corto tiempo despertar conciencias». El candidato avalado por los nuevos vientos políticos en América Latina reivindicó el viraje total en el mapa político peruano e hizo un llamamiento a las fuerzas de izquierda, movimientos regionales y organizaciones sociales, a formar un gran Frente Nacionalista para emprender las transformaciones sociales que anunció durante su campaña electoral.
En un análisis en alai-amlatina, José Coronado Cobeñas informa de que la Confederación Campesina del Perú (CCP) ya prepara movilizaciones esta misma semana con motivo del debate en el Congreso de Lima del Tratado de Libre Comercio con EEUU.
La CCP recuerda, asimismo, que la población andina respondió en la jornada electoral con el desprecio a las promesas de García de que impulsará una «Sierra exportadora». La misma Sierra que votó abrumadoramente por Humala.
El diario mexicano “La Jornada” recoge un análisis del sociólogo Carlos Reyna, para quien «hay algo de victoria en el papel de Humala, porque manejó un discurso radical que lo mantuvo en la primera y en la segunda vuelta».
Para Reyna, «el voto de Humala es más sólido que el voto de García porque el sufragio ganador fue por miedo y el voto al nacionalista, al contrario, se dio a pesar de la campaña de miedo que se hizo contra Humala; es decir, ese apoyo conlleva una decisión más intensa».
Otros analistas peruanos destacan la derrota de los partidos que abiertamente defienden las tesis de la derecha, como son las organizaciones vinculadas al ex presidente Alberto Fujimori y a Lourdes Flores, tercera en la elección del 9 de abril.
Una candidata derrotada en la primera vuelta que, como informa alai-amlatina, se ha encargado de recordar a García que ganó «con los votos prestados y con los del temor».
Elecciones y lucha social
En una entrevista recogida por la web de Rebelión, el sociólogo estadounidense James Petras recuerda el gran avance de Humala, que tuvo enfrente «a todos los partidos de la derecha y el centro derecha, a todos los medios de comunicación de masas, a todas las multinacionales y a la Embajada de EEUU».
Petras recuerda que, tras cuatro años de gestión, el presidente saliente, Alejandro Toledo, sólo contaba con el 10% de apoyo en las encuestas. «El 80 o 90% de la población rechazaba así la misma política de García.
Y es que, a juicio del pensador estadounidense, «los resultados electorales siempre van por detrás de las luchas sociales». Lo que no impedirá, a su juicio, que estas luchas se impongan también en el terreno electoral en una perspectiva a medio plazo. -