Sastre: «Quien critica a ‘Egin’ seguro que no lo leía»
Doce testigos de la defensa comparecieron ayer en la Casa de Campo, todos ellos en relación a la pieza de «Egin». El primero fue el reputado dramaturgo Alfonso Sastre, quien afirmó haber vivido personalmente el cierre del periódico en el que colaboraba desde su nacimiento «como una desgracia». Sastre destacó la pluralidad de ideas que tenían acogida en aquel proyecto, que dirigieron en tres momentos diferentes Mariano Ferrer, José Felix Azurmendi y Xabier Oleaga. Los tres rechazaron que hubieran recibido directrices de nadie y explicaron los principios fundacionales del periódico.
MADRID
A pesar de la breve introducción de su persona que Alvaro Reizabal le pidió que hiciera ante la Sala, Alfonso Sastre no necesita presentación ni siquiera en la Audiencia Nacional. Autor de un sinfín de obras, traducidas a todos los idiomas y representadas en los más diversos países, el dramaturgo fue colaborador de «Egin» desde el nacimiento del proyecto hasta su cierre por orden de Baltasar Garzón. «Personalmente lo viví como una desgracia» recordó ayer en referencia a aquel 15 de julio de 1998.Sastre, que en la actualidad tiene 80 años, declaró por videoconferencia y detalló el carácter de sus colaboraciones en el periódico y su percepción del mismo como lector habitual. «Era un periódico plural, abierto a una multiplicidad de opiniones», describió para agregar, a renglón seguido, que «aquellos que critican a ‘Egin’ seguramente no lo leían». El escritor, nacido en Madrid y residente desde hace años en Hondarribia, conoce de primera mano lo que es la censura. De hecho, existe una tesis doctoral que trata este tema y que se titula «El caso Sastre». A los jueces les explicó que en “Egin” no sufrió nada que se pareciera a la censura, lo que, según relató, no le sucedió con otros medios como “El País”, que dejó de publicar sus artículos «porque decidieron que tenía un pensamiento radical», o “El Mundo”. «Otros muchos colegas han sufrido lo mismo en sus propias carnes» criticó. El fiscal mantiene que a partir de 1992 ETA «se hizo con el control» del periódico e impuso una línea ideológica y unos criterios favorables a esta organización. Sastre, por contra, no vio ningún cambio en esta dirección sino que, al contrario, «se apostó por abrirse para ampliar la base de lectores» y señaló que él mismo empezó a escribir artículos de carácter más lúdico. 147 en total desde 1992. Uno de esos artículos, fechado en diciembre de 1993, llevaba el título «Yo acuso» y versaba sobre «el asalto» de la Er- tzaintza a la redacción del periódico. Sastre recordó que esa irrupción se produjo después de años «de un feroz boicot institucional» e hizo también mención del papel que jugó el entonces consejero de Interior de Lakua, Juan María Atutxa.
Voz pero no portavoz
La tarde de la sesión de ayer estuvo dedicada a ex directores de “Egin”, y fue Mariano Ferrer el primero en tomar la palabra. Explicó que fue el primer director del periódico, en cuyo nacimiento participó directamente recorriendo durante meses, desde diciembre de 1976 hasta setiembre de 1977, cuando salió a la calle, barrios y pueblos de Euskal Herria para explicar el proyecto y recabar apoyos. «Toreábamos a plaza llena» describió gráficamente el veterano periodista al narrar la asistencia a aquellas charlas y dar cuenta de las ganas que había de tener medios diferentes a todos aquellos que «habían prosperado muy bien en el régimen franquista».Ferrer enumeró someramente los principios que guiaron el nacimiento de aquel proyecto periodístico y que, a su parecer, se mantuvieron en el tiempo hasta su cierre a manos de la Policía española. «Existía la necesidad de un medio de comunicación que entendiera el País Vasco como una realidad nacional, con capacidad para vertebrarse como quisiera; un periódico bilingüe con el euskara como lengua nacional; independiente de las estructuras de poder, políticas y económicas; que fuera voz de muchos pero portavoz de nadie» declaró. Y agregó que «queríamos constituirnos en herederos del esfuerzo que se había hecho frente a la dictadura». Respecto a su trabajo como director, aseguró que tuvo «total autonomía» para desarrollarlo apuntando incluso que «ojalá hubiera tenido más ayuda». Ferrer otorgó mucha importancia a la sociedad en el desarrollo y la pervivencia de “Egin” señalando que sin la ayuda de los movimientos sociales «no hubiera podido subsistir». Añadió que el diario «no sólo informaba a la sociedad, sino que también recibía información de esa sociedad». Antes de finalizar su intervención, en la que también hizo mención a la entrevista que mantuvo con representantes de ETA en junio de 1997 cuando ya no trabajaba en “Egin”, rechazó que la organización armada o KAS tuvieran algo que ver con el nacimiento del periódico. «Eso me da la risa» replicó Ferrer. Otro ex director de “Egin”, José Felix Azurmendi, tomó el relevo de Ferrer en el estrado. Azurmendi, que dirigió el periódico entre 1980 y 1987, tildó de «ilusionante» aquel proyecto, ilusión que mantuvo durante todo el tiempo que estuvo en su cargo. Descartó, a preguntas del abogado José María Elosua, que hubiera «comisarios políticos» en el diario o que nadie le impusiera directrices sobre la línea editorial. «No lo hubiera permitido», zanjó. Afirmó, sobre esta cuestión, que «los criterios estaban fijados en la fundación del periódico, y eran claros y suficientes».
«Libertad de expresión»
Azurmendi fue citado en varias ocasiones por la Justicia española por la publicación de comunicados de ETA, aunque la única vez en que fue condenado el Tribunal Constitucional le dio amparo afirmando que la publicación de comunicados formaba parte del «ejercicio legítimo de la libertad de expresión».Precisamente, esta decisión judicial fue tomada como referencia por el periódico, según narró Xabier Oleaga, director de “Egin” entre 1990 y 1992. Oleaga manifestó que ni él ni nadie del periódico fue condenado ni procesado durante el tiempo en que estuvo al frente del diario, ni siquiera el equipo de investigación, que fue creado en aquella época y que el fiscal incluye en su escrito de acusaciones. Oleaga, al igual que Ferrer y Azurmendi y otros testigos, insistió en que el objetivo fundacional de “Egin” se podía resumir en una frase: «Quería ser la voz de los sin voz».
Intxausperen auzokideek ere deklaratu dute
José Remigio Ostolaza, Juan Ignacio Ansa eta Mari Angeles Bandres Manu Intxausperen auzokideak dira Oiartzunen. Ostolazak “Egin” sortu zenean diru bilketan jardun zuen Intxausperekin eta beste hainbat herrikiderekin batera, eta egunkaria aurrera ateratzeko urteetan egindako lana azaldu zuen. Lan horretan aritu zen Ansa 1993an egindako kanpainan. Biek aipatu zuten “Egin”en alde Intxauspek egindako «inurri lana», eta azaldu zuten haren lagun Manu Aranburuk eskatuta sartu zela Administrazio Kontseiluan. Bandresek Unanier Oiartzungo kultur elkartearen ibilbidearen berri eman zuen. -
Emakunde premió al periódico tres veces
MADRID
Txaro Arteaga ha dirigido durante dieciseis años el Instituto Vasco de la Mujer, Emakunde;ayer compareció ante el tribunal para explicar el tratamiento que, a su parecer, daba “Egin” a la situación de la mujer y a su lucha por la igualdad de género. A modo de ejemplo, explicó que este periódico fue galardonado con el Premio Emakunde en tres ocasiones (1990, 91 y 95) por su labor.Se trata de un galardón que concedía un jurado diferente cada año, conformado por personas reconocidas en la sociedad, y que en una ocasión premió la cobertura que el periódico otorgaba a las mujeres en el deporte. «‘Egin’ era un periódico que visibilizaba la situación de la mujer en el deporte» señaló Arteaga. Declaró también que fue «pionero» en general en el espacio que dedicaba en sus páginas a la mujer. Arteaga, que ahora trabaja en Radio Popular de Donostia, igual que antes de dirigir Emakunde, vivió el nacimiento de “Egin” en 1977, y describió aquel periódico como «un medio de comunicación de izquierdas que tenía en cuenta a colectivos que no tenían sitio en otros medios».
«Sólo podía ir el nuestro»
MADRID
Durante su intervención, Azurmendi destacó la labor de los profesionales de “Egin” en una época, aquella en la que él fue director del periódico, en la que Euskal Herria «vivía una gran agitación, derivado de la desmantelación industrial, que dejó a muchos trabajadores en la intemperie» y que a veces no tenían otra manera de expresar sus denuncias. A modo de ejemplo sobre el reconocimiento social de ese trabajo, explicó que los trabajadores de los astilleros Euskaduna, cuando celebraban asambleas para, por ejemplo, preparar un viaje a Madrid, al único periodista al que le dejaban asistir era el de “Egin”.
Arduradun sindikalek «Egin»en izaera anitza, ezkertiarra eta herrikoa nabarmendu dute
MADRIL LABeko Komunikazio arloko arduradun Txutxi Ariznabarretak, CCOOko Lan Osasun eta Ingurumeneko i- dazkari Jesus Uzkudunek eta ELAko prentsa arduradun Juan Antonio Kortak deklaratu zuten atzo, “Egin”ekin izan zuten harremanaren gainean. Guztiek nabarmendu zuten egunkariaren izaera anitza eta herrikoarekin batera, langileen ikuspegia islatzen zuela, gainontzeko hedabideek egiten ez zuten bezala, eta aitzindaria izan zela hainbat gaitan, hala nola, lan osasunean, lan istripuetan, ingurumenean eta lan gatazken tratamenduetan, besteren artean. «“Egin”en lana erreferentzia bihurtu zen sindikalistentzat», adierazi zuen Ariznabarretak, eta zera gaineratu zuen: «Itxi zutenean sindikalistok jabetu ginen, guztiok, tresna handi bat galdu genuela». Gaien tratamenduan eta sakontasunean egunkari hura «nabarmentzen» zela azaldu zuen, eta, besteren artean, bertako kazetariek egiten zuten analisi-lana eta azterketak goraipatu zituen. Uzkudunek ere lan horren «seriotasuna eta sakontasuna» aipatu zituen, eta azaldu zuen, bere iritzirako, “Egin”ek «ezker anitz baten sentimenduak» jasotzen zituela. Berak, EBko kidea ere badenak; “Egin” irakurtzen zuen itxi zutenera arte, eta kolaboratzaile ere izan zela eta inoiz ez zutela zentsuratu azaldu zuen. Korta 1991. urteaz geroztik izan da ELAko prentsa arduraduna, eta atzo azaldu zuen denbora horretan guztian sindikatu hura ez zela baztertua edo gutxietsia izan beste sindikatuekin alderatuta. 90eko hamarkadako krisi ekonomikoaren garaian “Egin”ek izan zuen jarrera «ausarta» ere goratu zuen Kortak. ELAko afiliatuen formazioaz arduratzen den Manu Robles Arangiz institu- tuko zuzendari Fernando Iraetak ere hitz onak izan zituen Baltasar Garzonek itxitako egunkariari buruz, eta, esaterako, gogorarazi zuen ELAko astekaria Orainen errotatiban argitaratu zela sarritan.
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