IRUÑEA
A 48 horas del comienzo del torneo futbolístico más importante del mundo, algunas de las selecciones favoritas ya han aterrizado en tierras alemanas para iniciar su periodo de aclimatación e intentar abordar con éxito la peligrosa primera fase, que a algunas de ellas puede darle más de un susto.La gran favorita en todas las apuestas, Brasil, fue acogida con un calor inusitado a su llegada a Koenigstein, una localidad que ha visto alterado su habitual ritmo ciudadano con la llegada de la Caraninha. Las salidas nocturnas de algunos de sus jugadores y el acoso mediático, especialmente sobre la figura de Ronaldo, han marcado la pauta.
El estado físico del ariete madridista, que será el mejor jugador del Mundial según vaticinó su compañero Ronaldinho, sigue siendo el foco de atención de todos los cariocas, ahora por las ampollas de sus pies provocadas por las nuevas zapatillas de la marca que patrocina, lo que no impedirá que pueda participar en su debut ante Croacia el día 13.
El otro combinado sudamericano con mayores boletos para alzarse con el triunfo, Argentina, también ha sabido hacerse querer en el milenario pueblo bávaro de 25.000 habitantes de Herzogenaurach. En la albiceleste reina un gran ambiente de camaradería algo no muy habitual y su entrenador, José Pekerman, ya ha anunciado que Lionel Messi, uno de los llamados a ser jugador revelación, estará en el banquillo frente a Costa de Marfil, pero con muchas posibilidades de jugar en la segunda parte.
Quien realmente está como en casa es la selección alemana, afincada en su cuartel de Berlín, aunque sigue rodeada, como en días previos, de un enrarecido clima en su entorno.
El último capítulo lo ha protagonizado el mánager del combinado teutón, Oliver Bierhoff, quien ha reclamado «patriotismo positivo» al jefe del comité organizador, Franz Beckenbauer, y a ex futbolistas alemanes que van a realizar tareas de comentaristas deportivos durante el torneo.
Los problemas de los anfitriones no terminan ahí. Su máxima estrella, Michael Ballack, pese a entrenarse en el gimnasio, sigue preocupando por su lesión en el gemelo derecho.
Otras escuadras menores, como Serbia y Montenegro, incluída en el grupo más complicado, también llegó ayer a su base mundialista en Billerback con un grupo de 22 futbolistas, después de que Dusan Petkovic, hijo del seleccionador, decidiera abandonar el combinado balcánico por las numerosas críticas suscitadas.
Francia y España relegarán su llegada a la disputa de sendos partidos preparatorios. Los bleus engrasarán su maquinaria ante China en un encuentro que será el último de Zinedine Zidane en su tierra. Por otro lado, los de Luis Aragonés ya arribaron a Ginebra, donde hoy jugarán ante Croacia.
La mayor amenaza para el espectáculo del Mundial 2006 se centra ahora mismo en el elevado número de figuras que corren riesgo de no iniciar el campeonato por sus dolencias. Holanda, que también llegó ayer a Hinterzarten, a escasos kilómetros de Friburgo, está sufriendo una plaga de lesiones, especialmente las de las jóvenes promesas Sneijder y Van der Vaart.
A ello hay que unir la ausencia de Zambrotta en el primer partido de Italia a causa de una distensión muscular, y el definitivo recambio del veterano delantero paraguayo Cardozo, con una rotura muscular en su pierna izquierda.
Berlín se adelanta a Munich
La buena noticia la puso Wayne Rooyne, lesionado en un pie desde finales de abril, y que ayer participó en la primera sesión del combinado inglés en tierras alemanas, si bien está previsto que hoy viaje a Inglaterra para someterse a la revisión definitiva que determine su participación en el torneo.
En otro orden de cosas, Berlín se adelantará a Munich con la celebración de una macrofiesta en la Puerta de Bradenburgo en la jornada de hoy, a la que se espera asistan una cifra cercana a las cien mil personas, y en la que actuarán artistas como Simple Minds, Nelly Furtado o Andrea Bocelli, además de contar con la presencia de Pelé, Bobby Charlton y Paul Breitner.El astro brasileño repetirá en la inauguración oficial del viernes en Munich, donde portará la Copa del Mundo junto a la modelo alemana Claudia Schiffer. En la ceremonia participarán, asimismo, otros 160 campeones del mundo, entre los que cabe destacar a Diego Armando Maradona y Bobby Charlton.
La puesta de largo del campeonato correrá a cargo del presidente alemán, Horst Koehler también estará presente Angela Merkel, en la que curiosamente no hablarán ni el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ni el del comité organizador, Franz Beckenbauer.
Admiten la imposibilidad de evitar la
reventa
El comité organizador ha reconocido la imposibilidad de evitar la reventa de entradas e hizo un llamamiento a los aficionados para que no acudan al mercado negro. Asimismo, el secretario general de la FIFA, Urs Linsi, admitió que está abierta una investigación sobre la Asociación Paraguaya relavita a la venta ilegal de entradas.
Brasil, el equipo más caro de la
historia
El actual combinado brasileño es el equipo más caro de la historia mundialista, con un monto total de 410 millones de euros a repartir entre sus 23 jugadores, encabezados por Ronaldinho. El jugador culé es el más cotizado y está valorado en 125 millones de euros, seguido de Kaká 35, Adriano y Ronaldo 30, y Juninho 20.
Una audiencia de 33.000 millones de
personas
Expertos en la comercialización de derechos de transmisión han cifrado en 33.000 millones de espectadores la audiencia que seguirá la cita mundialista. Un total de 250 cadenas de televisión de 200 estados retransmitirán las imágenes suministradas por la HBS, que producirá alrededor de 2.200 horas, mil más que el anterior Mundial.
Siete mil soldados en el dispositivo de
seguridad
Un contingente de 7.000 soldados alemanes estarán listos para respaldar el dispositivo de seguridad del Mun- dial de Fútbol en caso de necesidad. En cualquier caso, las posibilidades de actuación de este grupo militar son muy restringidas, tal y como determina la Constitución alemana, que prohíbe su intervención en el interior.
Campaña «Comprar sexo no es deporte»
La Coalición contra el Tráfico de Mujeres ha emprendido una campaña denominada “Comprar sexo no es deporte”, con la que pretende que el gobierno alemán «ponga en marcha los instrumentos internacionales» para impedir «la trata de más de 40.000 mujeres» durante la celebración del Mundial.