Exigen paralizar las obras del campo de tiro de Ribaforada
El colectivo ecologista Gurelur ha exigido al director general de Medio Ambiente del Gobierno de Nafarroa, Juan José Grau, que paralice el proyecto de un campo de tiro que se está llevando a cabo en Ribaforada, impulsado por el Ayuntamiento y la Sociedad de Cazadores. Denuncia que se trata de una actuación innecesaria, ilegal y que produce un alto impacto en esa zona «de gran valor ambiental» para la localidad ribera.
RIBAFORADA
Gurelur ha exigido al director general del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Nafarroa que paralice las obras que se están llevando a cabo en el término municipal de Carasol de Ribaforada, por el impacto que causan «insostenible e innecesario» en una zona calificada como «de gran valor ambiental».La obra impulsada por el Consistorio y la Sociedad de Cazadores, denuncia, ha eliminado centenares de pinos y una colina de una de las zonas de Ribaforada «que alberga las mejores condiciones ambientales», lo que en su opinión debería haber traído el traslado de este «innecesario» proyecto a otras zonas del municipio. Apunta que la situación es más grave todavía, si se tiene en cuenta que la zona donde se pretende ubicar el campo de tiro «forma parte de una reserva de caza y alberga los pocos componentes naturales que quedan» en el municipio. Resalta que se trata de una zona «donde los árboles escasean y donde la presencia de los mismos es la única posibilidad que muchas especies tienen para vivir en Ribaforada», lo que demuestra, según Gurelur, «el desprecio que los promotores e impulsores han demostrado por el medio ambiente».
«Proyecto ilegal»
Además de suponer una gran afección para el entorno y la biodiversidad de esa zona ribera, el colectivo ecologista ha resaltado que el proyecto de campo de tiro de Ribaforada se está desarrollando ilegalmente. Denuncia, al respecto, que el permiso de obras concedido por el Gobierno de Nafarroa «no es válido», ya que carece del «imprescindible» estudio de afecciones medioambientales. Señala que se han incumplido varias condiciones exigidas por el Departamento de Medio Ambiente y que, además, las afecciones son más graves de lo anunciado en un principio. Por ello, Gurelur ha exigido la paralización del proyecto y la reparación de los daños, así como la depuración de las responsabilidades en las que hayan podido incurrir los firmantes de los correspondientes permisos.
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