Pablo RUIZ DE ARETXABALETA
Bilderberg hace planes desde Ottawa
El club bilderberg, que reune anualmente, y practicamente en secreto, a los lideres de la politica y finanzas mundiales, se ha dado cita este fin de semana en Ottawa. Los problemas del a energia y los precios del petroleo centran, junto a la situacion en Iran o en latinoamerica, la agenda de este grupo, que ha sido calificado como «gobierno mundial en la sombra».
El Club Bilderberg se ha reunido esta semana en el hotel Brook Street Resort de Ottawa para hablar, sobre todo, de petróleo y problemas energéticos, según Americanfreepress. La polémica y el secretismo siguen rodeando a los encuentros de este selecto grupo de líderes políticos, empresariales, académicos y de medios de comunicación, al que se le atribuye la ambición de gobernar el mundo desde la sombra.Aunque sus promotores afirman que sólo es un club privado para intercambiar opiniones, lo cierto es que los participantes en sus reuniones son la élite de la política y las finanzas de todo el mundo, con una influencia considerable en decisiones que afectan a todo el planeta. De la reunión de este año pueden esperarse decisiones que afectarán, sobre todo, al futuro de Venezuela. Irán y el calentamiento global figuran también en la agenda. Según la publicación, el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, es una de las novedades de este año, aunque será su segunda participación en Bilderberg. Precisamente Harper ha debido tener un papel en la discusión del cambio climático, ya que ha considerado imposible cumplir el Protocolo de Kyoto, suscrito por Canadá en diciembre de 2002. Aunque el primer ministro canadiense es también miembro honorífico de la Fundación Raoul Wallenberg y del Consejo Privado (Privy Council) de la reina de Inglaterra, su postura sobre Kyoto puede restarle cruciales apoyos internacionales para su delicado futuro político. En la reunión de año pasado en Rottach-Egern (Alemania), Bilderberg reclamó drásticos encarecimientos en el precio del petróleo, que inmediatamente subió desde los 40 dólares el barril hasta los 70. No se sabe si este grupo, que ha sido calificado como un gobierno mundial en la sombra, estará ya satisfecho con el precio actual, pero uno de sus promotores y principales agentes, Henry Kissinger ya anticipó precios en torno a los 150 dólares el barril. Los aproximadamente 120 líderes mundiales que han participado en el encuentro han discutido, además, de las guerras en Irak y Afganistán, que han ocasionado diferencias entre los miembros estadounidenses y europeos desde la invasión de 2003. Irán también está en la agenda. Asimismo han estado sobre la mesa los cambios políticos en Latinoamérica. Bilderberg está especialmente preocupado por Venezuela, donde el presidente, Hugo Chávez, ha anunciado nuevos impuestos para las compañías que extraen petróleo en el país, envía petróleo más barato a la población más necesitada, incluso a Estados Unidos, ha creado un sistema de explotación mixta que reduce los beneficios de las multinacionales en 32 campos petrolíferos y se opone a la expansión del ALCA. El holandés Jeroen van der Veer no será de los que se queden callados con este tema. Es el presidente del grupo Royal Dutch/Shell que. al igual que el vicepresidente de Rotschild Europe. el italiano Franco Bernabe, participa en esta reunión. El orden del día también incluirá temas como Oriente Medio, con especial atención a Irán, Corea del Norte y Pakistán. El año pasado, en Rottach Egern, se discutió también sobre los conflictos de Oriente Medio, la guerra de Irak y el conflicto con Irán, junto a la amenaza económica china o la crisis energética. Temas, junto a la presencia del general James L. Jones, comandante supremo de las fuerzas aliadas en Europa y del general jubilado John M. Keane, ofrece inquietantes perspectivas. Según el periodista Daniel Estulín, autor del libro “La verdadera historia del club Bilderberg”, en el encuentro se llegaron a exaltar los ánimos al tratar el tema de un posible ataque a Irán, la implicación de Israel y de la OTAN, la posibilidad de que el conflicto se extendiera o que provocara una catástrofe nuclear. En opinión de Estulín, en ocasiones anteriores, meses después de discutirse en este foro, se han producido hechos como la invasión de Irak o la creación del Ejército de Liberación de Kosovo como detonante para la intervención de la OTAN en Yugoslavia. El periodista Mateo Balín afirma que la estrategia del club consiste en «crear tensiones en naciones cerradas cultural y religiosamente, que conducen a estados de guerra y hostilidades perpetuas que utilizan para justificar medidas de emergencia en tiempos de paz». Bilderberg se creó en 1954, impulsado por el príncipe
Bernardo de Holanda. En plena guerra fría sus creadores trataron de estrechar
lazos entre Estados Unidos y Europa, con el propósito de «fortalecer la unidad
atlántica, frenar el expansionismo soviético y fomentar la cooperación y el
desarrollo económico de los países del área occidental».
Encuentros secretos
Su primera reunión tuvo lugar en el hotel Bilderberg, en Holanda, de donde tomó el nombre. Sus encuentros son anuales y preceden en unos días a la reunión de los líderes del G-8, los ocho estados más industrializados del planeta. Sus citas son secretas. No hay periodistas, (excepto los que, por su poder, participan en la reunión), ni fotos, ni notas de prensa. Ni siquiera se levantan actas. Según sus integrantes, no se trata de «secretismo» sino de garantizar que los miembros del club y sus invitados hablen con total libertad de todos los temas, sin la presión de que lo que digan vaya a ser reflejado por los medios de comunicación. Aseguran que no se toman decisiones, sino que sólo se habla de los temas propuestos y que los participantes lo son a título particular, no en nombre de países o empresas, aunque buena parte de ellos son los dirigentes de los estados y las multinacionales más poderosas del planeta. Hay nombres de miembros que, prácticamente desde su fundación, dan idea de la identidad del grupo: Henry Kissinger y David Rockefeller, ex responsable del Chase Manhattan Bank, integrantes del comité ejecutivo, o la familia Rothschild. El silencio que rodea a Bilderberg ha alimentado la imagen de gobierno mundial en la sombra y las teorías sobre conspiraciones. En las últimas reuniones han asistido de forma continua el ex gobernador de la Reserva Federal de EEUU, Alan Greenspan, el director del FMI, Rodrigo Rato, el presidente francés, Jacques Chirac, el presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, el secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfield, el multimillonario George Soros o la reina española. También han participado directivos de France Telecom, Coca Cola, Danone, Heineken, The Wall Street Journal, Volvo, Electrolux, Ericsson, Unilever, DaimlerChrysler o Nokia. La próxima semana, casi como segunda parte del encuentro, se reunirán en San Petersburgo los estados más industrializados del mundo, que integran el G-8, donde analizarán las «buenas perspectivas económicas» de futuro, en la que, observan menos riesgos que oportunidades. Entre los riesgos destacan «los crecientes desequilibrios globales, la subida de los intereses y una mayor presión inflacionista, así como los temores de tendencias proteccionistas». -
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