MOGADISCIO
El Gobierno estadounidense ha reconocido implícitamente el fracaso de sus planes en el Cuerno de Africa al proponer la puesta en marcha de un «Grupo de Contacto sobre Somalia» con el que pretende ahora recabar ayuda de otros países, entre ellos Gran Bretaña, Noruega e Italia, para defender sus intereses geoestratégicos
Washington ha sostenido a los señores de la guerra, que se disputan desde hace años el poder en el país, con el objetivo de frenar la expansión de los tribunales islámicos, a los que acusan de colaborar con la red Al Qaeda, de Osama Bin Laden.
Los señores de la guerra fueron expulsados de la capital, Mogadiscio, por las milicias islamistas a comienzos de esta semana tras cuatro meses de combates que se han saldado con cientos de muertos.
En su retirada, algunos de ellos se han refugiado en su bastión de Jowhar, 90 kilómetros al norte de la capital.
El presidente de los tribunales islámicos, jeque Sharif Sheikh Ahmed, apeló a su rendición voluntaria. Uno de los señores de la guerra, que resiste en el norte de la capital protegido por el poderoso sub-clán Abgal, rechazó el llamamiento y exhortó a los islamistas a que se abstengan de asaltar sus posiciones, en el barrio norteño de Karan.
El presidente de los tribunales islámicos reiteró su llamamiento y añadió que la cuestión de la Sharia (ley islámica) no será impuesta sino decidida por el pueblo somalí.
Reiteró a su vez que los tribunales no protegen a activistas de Al Qaeda y calificó la posición de EEUU de equivocada.
Equivocada o no, lo que sí ha quedado en evidencia es el nuevo fracaso de EEUU en su intervencionismo en la zona.
Intervencionismo duramente criticado por los países africanos vecinos, que han urgido reiteradas veces a Washington para que dejara de apoyar a los señores de la guerra, responsables de la anarquía, y apuntalar el incipiente y débil gobierno.
No ha sido esa hasta ahora la apuesta de EEUU, que ahora, y en plena desbandada de sus aliados, ve el «momento» para impulsar el Grupo de Contacto.