REAL SOCIEDAD 2
U.D. LAS PALMAS
1
REAL SOCIEDAD B: Saizar; Estrada, Carlos Martínez, Mikel
González, Castillo (m.80, Oskitz); Gomes (m.50, Zubillaga), Elustondo, Zurutuza,
Txoperena (m.46, Manu Alejandro); Agirretxe y Díaz de Zerio. U. D. LAS PALMAS:
Pindado; D. García, Ione (m.87, Alejandro), Víctor Afonso, Juanma (m.70, D.
Rodríguez); Alberto; Nauzet, Curro, Darino, Fredy (m.53, Aitamhy); Marcos.
Arbitro: Sáez García (Navarro). Expulsó a Curro en el minuto 79 por doble
tarjeta, al segundo entrenador canario Juan Carlos Carcedo en el 86 y a Mikel
González en el 93. Además amonestó a Márquez (m.41) y Darino (m.51). Goles: 1-0,
m. 82: Zubillaga marca de potente disparo desde fuera del área. 2-0, m. 86:
Contra que lleva Oskitz y Díaz de Zerio culmina con la derecha. 2-1, m. 90:
Nauzet marca por la escuadra de gran tiro. Incidencias: Buena entrada en Anoeta
en la jornada de puertas abiertas.
DONOSTIA
Un gran gol de Nauzet en el minuto 90 cuando el Las Palmas se encontraba en inferioridad numérica puso fin a una extraordinaria temporada del Sanse, que acariciaba el sueño de clasificarse para la eliminatoria del play-off definitivo de ascenso a Segunda tras haber sido capaz de remontar minutos antes el tanto de renta con el que llegaban los canarios a Anoeta. Fue una gran pena porque el Sanse mereció eliminar a un Las Palmas que acudió a Donostia a impedir que se jugara al fútbol y que tuvo la suerte de contar con un arbitraje que favoreció su antifútbol y de materializar la primera opción que se le presentó cuando se vio en la necesidad de cambiar de táctica. Los de Eizmendi habían hecho lo más difícil, marcar dos goles a un rival que con su experiencia impidió al Sanse jugar en todo momento, y les faltó hacer lo mismo que el Las Palmas, matar el partido con un jugador más. Ese es el peaje de la inexperiencia de los jugadores realistas. Bendito peaje, porque eso se puede conseguir con el tiempo y con experiencias como la vivida ayer.
Juanito, el técnico canario, planteó el encuentro de forma más defensiva que en la ida al introducir a Juanma en el lateral izquierdo en el lugar del media punta Alejandro para jugar con un 4-1-4-1 que planteó problemas a la Real B por la superioridad numérica en el centro del campo de Alberto, Curro y Darino con respecto a Zurutuza y Elustondo. Es el riesgo de jugar con dos delanteros, sin que ninguno de ellos baje en defensa a presionar al pivote rival, en este caso Alberto.
Eso motivó que el centro del campo fuera del Las Palmas, en banda Gomes y Txoperena no superaban a sus pares y el juego largo sobre los puntas resultaba ineficaz por el dominio en las disputas aéreas de los centrales canarios. Con estas constantes en el juego y la experiencia del Las Palmas a la hora de cortar el ritmo y perder tiempo para impedir que el Sanse pudiera llevar el partido a la velocidad que le convenía, el primer tiempo transcurrió sin ninguna oportunidad del filial, aunque sí debió adelantarse en un penalti absurdo cometido por Pindado al lanzar un rodillazo a Díaz de Zerio que el árbitro dejó sin castigo.
El Las Palmas puso a prueba a Saizar en tres acciones, pero tampoco inquietó demasiado, con lo que el Sanse cumplió con el primero de sus objetivos, mantener su portería a cero para no verse obligado a marcar tres goles para clasificarse.
Un segundo tiempo diferente
Los canarios siguieron igual en el segundo tiempo en su tarea de impedir que se jugara al fútbol con la complicidad de un árbitro que no castigó las escandalosas pérdidas de tiempo ni un claro segundo penalti cometido por Ione sobre Zubillaga.
Pero la Real jugó mejor en la segunda mitad ayudada por el cambio táctico motivado por la lesión de Gomes. Agirretxe pasó a jugar en la banda derecha, con tres jugadores en el centro y Díaz de Zerio en punta. En los pocos minutos en los que el balón estuvo en juego los blanquiazules empezaron a plantear problemas a los canarios y así llegaron en los últimos minutos la expulsión de Curro y los tantos de Zubillaga y Díaz de Zerio en dos jugadas iniciadas en salidas a la contra con rapidez.Entonces el Sanse cometió el error de replegarse en
exceso y permitió al Las Palmas hilvanar una única jugada que le bastó para
colocar la eliminatoria a su favor por el valor doble de los goles a domicilio.
Faltaba la prolongación, pero los canarios apelaron otra vez a su experiencia
para impedir que se jugara al fútbol y así terminó una temporada de la que los
jugadores del Sanse deben estar muy orgullosos y satisfechos y sus aficionados
esperanzados.