BILBO
Una huelga de 24 horas y una manifestación en Bilbo dieron ayer por finalizadas las tres semanas de movilizaciones, que también incluyeron otra huelga el día 9 y paros diarios de cuatro horas, a las que estaban llamadas las trabajadoras del sector conservero vizcaino. Una pancarta con el lema «Por un convenio digno en conserveras ya» presidió la marcha que recorrió el centro de la capital vizcaina y que finalizó ante la sede de la patronal, a la que los manifestantes entregaron un escrito llamando una reunión de la mesa negociadora para el miércoles.
«Si en esa reunión no tienen una actitud de intentar avanzar en la negociación, podríamos decir que en un plazo muy corto pasaríamos a una situación de conflicto bastante más radical que la que en estos momentos se ha mantenido. Si ellos no tienen actitud de negociación, estaríamos abocados a una huelga indefinida en el sector», manifestó ante la prensa Juan Antonio Trabudua, representante de ELA, sindicato que junto a CCOO, LAB y ESK convocaron las movilizaciones.
«Fase más radical»
Las centrales advirtieron a la patronal que «la pelota está en su tejado; si en la reunión no se avanza se entrará en una nueva fase del conflicto bastante más radical».La patronal ofreció, en la última reunión de febrero, un convenio para tres años, con incrementos salariales de IPC real en 2004 y 2005 y del IPC más 1,5 sin reducción de jornada para este año. Los sindicatos piden el IPC real para los dos primeros años, pero, frente a la oferta patronal, para 2006 las centrales reclaman el IPC más el 3,5% y una reducción de jornada de 25 horas a lo largo de la vigencia del convenio.
Los sindicatos convocantes valoraron «positivamente» el seguimiento de los paros y las huelgas, convocatorias que no han contado con el respaldo de las plantillas de Salica y Garavilla. El representante de CCOO Macario Irusta realizó un llamamiento «especial para que se logre la unidad dentro del sector».