La trotamundos y polifacética artista argentina Marina Cedro recaló en el club para presentarnos su propuesta de espectáculo en el que se aúnan tango y poesía. Con el solo acompañamiento a la guitarra del gasteiztarra Ricardo Urrutia (experimentado jazzman, músico de sesión y creador del primer sello discográfico de Araba: Cuvyco) y, en ocasiones, de ella misma a los teclados, este dúo, producto del azar de los encuentros y del entusiasmo compartido por el legado musical argentino, se da a conocer con el nombre, claramente autorreferencial, de Poetango.

Es indudable la sensibilidad y el buen hacer a la guitarra de todo un veterano como Urrutia (a este respecto basta recordar el precioso blues con que adornó el recitado de la Cedro en torno a la escritora Ana María Moix), pero lo cierto es que actuó como un digno y eficaz acompañante, nada más: la improvisación no estuvo presente en ningún momento a lo largo de su actuación, ningún solo de fuste surgió de los trastes de su guitarra. Al respecto de Marina Cedro hay que reconocer su entrega emocional, su trabajada dicción e interesante voz, pero, aún así, el concierto que nos ofreció resultó monocorde en exceso y tópico hasta la extenuación.

No se nos ahorró ninguno de los tangos clásicos (desde “Vuelvo al sur” hasta “Libertango” pasando por “Balada para un loco” o “Los Mareados”), además de versiones bastante prescindibles de temas como “Nostalgias” o “Alfonsina y el mar”.

Tampoco creemos que los recitados puntuales de poemas como el archiconocido “Me gustas cuando callasŠ”, de Neruda, aporten un plus de interés al espectáculo. Más bien, al contrario: habría que esforzarse para hacer algo más manido.

Gorka Benítez

Los aficionados y asiduos a los conciertos del club tendrán que esperar a la actuación del Gorka Benítez Quintet, el próximo jueves, para disfrutar del buen jazz de uno de los mejores músicos vascos del momento. -

Javier ASPIAZU