Raimundo FITERO
Sentidos
Con los cinco sentidos. Todo cuanto se realiza conscientemente se debe hacer con los cinco sentidos. Algunas cosas requieren de ellos de manera irrenunciable. Comer y fornicar, por ejemplo. Lo dicen en la mesa que Santi Arola coloca en el centro del plató de “Carta blanca”, un programa de La 2 que empieza a parecerme de lo más interesante que se ofrece. El cocinero que salió escaldado de su participación televisiva en un concurso que debieron precipitar su final, aparece mostrándonos su otra cara. Por ejemplo, no cocina. Va vestido de cocinero, pero cocinan sus ayudantes. Su misión es recibir a amigos y hablar. Y hablar pausadamente, con un ritmo fuera del comercio. Pero resulta que ha sido músico antes que fraile cocinero, y compositor, y lo vemos tocar. Sí, se quita la chaquetilla de cocinero y se queda como un rockero cualquiera y toca con Carlos Jean, un productor y compositor que ¿casualmente? aparece más tarde con Eva Hache, hablando de lo mismo, de sus músicas, una de cuyas canciones se escucha bastante, demostrándose un buen conversador.El cineasta Guillermo del Toro, el actor Eduardo Noriega, la diseñadora Amaya Arzuaga y el susodicho músico entablaron una conversación sobre las metodologías de creación, de cómo se utiliza la experiencia, los sentimientos, los sentidos para escribir un guión, para interpretar, un papel, diseñar una falda, preparar una ensalada o componer una canción ligera. Una conversación conducida de una manera muy abrumadora por Arola, demostrando su gran capacidad de comunicación, sus posibilidades para el mundo de la televisión y no necesariamente desde los fogones. Bueno, hay que señalar que el espacio escénico donde sucede este programa que cada entrega tiene a un conductor diferente, y el vídeo de cierre de cada emisión son una delicia. Es variado, hasta ahora los invitados no han defraudado, se les incentiva bien desde el equipo de realización, y en esta ocasión además de ver algunos platos consumidos con los cinco sentidos delante de las cámaras, tuvimos actuaciones musicales en directo, algo no tan frecuente, y una charla distendida. Lo que no hay en nuestra parrilla. -
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