Las ciudades y pueblos de Euskal Herria acogieron ayer los actos del Día de la Libertad Sexual, una jornada en la que se trata de visualizar ante la sociedad una realidad que, por demasiado tiempo, se ha tapado mediante leyes injustas y prejuicios culturales. Es el 28 de junio una jornada en la que se muestran como son y como se sienten personas cuya tendencia sexual, cuya orientación de género, les desmarca de los patrones sociales imperantes. El 28 de junio es, por tanto, una ocasión para que se expresen con libertad aquellas personas a las que, todavía hoy, se condena a ocultar el modo de amar o el género con el que se identifican. Pero, es imperativo que antes y después del 28 de junio la sociedad en su conjunto empuje a fin de conseguir que el siglo XXI pase a la historia por ser aquel en el que se levanten todas las barreras, para que las distintas formas de relación se puedan mostrar sin miedo a sufrir la mirada descalificadora, cuando no otro tipo de agresiones más graves, y que tienen su origen común enla falta de una igualdad real.

Es cierto que en los últimos años los colectivos homosexuales, más en el caso de los hombres que de las mujeres, tienen mayor presencia pública. Pero el descubrimiento de estas personas como mercado potencialmente interesante, pongamos por la televisión o la publicidad, no implica siempre un avance en la línea de la equiparación de derechos. Como el impulso de la ley, con ser necesario, no implica que la sociedad interiorice como un valor el respeto a la diversidad.

Es por ello el 28 de junio una fecha que implica a toda la ciudadanía, porque lo que está en juego, el logro de una sociedad más justa e igualitaria, es demasiado importante para que esa tarea deba ser asumida en exclusiva por éste o aquél colectivo. Por desgracia, la pelea de la igualdad, que goza de otras fechas de referencia, como el propio 8 de marzo, es larga y hasta penosa, como se demuestra cada 30 de junio en Irun.

Mañana, el Ayuntamiento que encabeza José Antonio Santano (PSE), animará un desfile que discrimina a la mujer. En vísperas de San Marcial, instituciones como Emakunde y Ararteko le piden que impulse un alarde igualitario. Pero cada San Marcial, el alcalde esquiva la ley. Por eso, cada 30 de junio las personas que impulsan el único Alarde posible a la luz de la Ley de Igualdad recorren Irun en pos de una fiesta para todos y todas. -