Raimundo Fitero
El bombo
Por fin han ganado el Mundial. Como lo habían decidido los que pedían ponerse en pie cuando sonaba el himno español, los que aseguraban que esos muchachos jugaban de maravilla, que los franceses eran una cuadrilla de viejos que no aguantarían ni media hora, que el mejor fútbol salía de los que jugaban con la roja, los que habían ilusionado y unido a España, ahora ya han ganado el Mundial. Se acabó el Mundial. La mitad de las plantillas destacadas por los medios a Alemania para casa. Así de sencillo. Ni la plaza de Colón ni la Puerta del Sol, ninguna de la dos españas puede helarle el corazón futbolero a nadie. Ya han ganado otro Mundial, uno más de los muchos que ganan diariamente toda la legión de periodistas vociferantes que se envolvían con la bandera para buscar el más allá, la gloria. Ya la tienen. Y Manolo, a tocar el bombo a su bar frente a los turistas. Se acabó el ruido futbolero y patriotero, ahora vienen las rebajas.
El problema de esta eliminación es principalmente económico. La Sexta y Cuatro se han quedado sin argumentos programáticos. Van a volver al dos por ciento de share, a la inexistencia en Sofres. Ya han ganado todo lo que tenían que ganar con el Mundial. Y El Koala, a hacer bolos por plazas de pueblo y a cantar rancheras. Se acabó su tiempo de lucimiento. Todos los anuncios televisivos se tienen que replantear sus contenidos, se acaba la marea roja, el toro, el bombo y el sabio de Hortaleza, que vio como un equipo multirracial, entrenado por un francés de origen catalán le mandaba otra vez al bingo. Bueno, a no ser que se crean todas las mentiras y exageraciones que ha ido acumulando, por intereses económicos, la prensa deportiva descerebrada y lo mantengan para que dentro de dos años estemos en las mismas.
Pasan por caja. Gané las apuestas. Jugaba con ventaja. De momento me quito una presión globalizadora. Las audiencias millonarias de estos partidos se acabaron. Volvemos a lo cotidiano. Acaban temporada series, programas y jueces con perrita. Marbella es un lugar ideal para veranear. Y empieza el carnet de conducir por puntos. Como la Liga. ¡A por ellos! Me da la risa. -
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