Ya decía la copla aquello del «maldito parné, que por su culpita dejé yo al gitano que fue mi querer». Y es que no hay más que ver como un hombre que tanto había hecho por su España querida, sobre todo al no presentarse a la reelección como presidente, está en trance de perder ese querer y ve ahora enturbiada su limpia hoja de servicios por un puñado de dólares. Un puñado colmado, eso sí, porque lo que Aznar se venía levantando desde hace tiempo y sobre todo lo que se va a llevar en el futuro del magnate Murdoch es murdíchimo dinero; una pasta gansa. Claro que el pago está mas que justificado, porque se llevaba sus 10.000 dólares mensuales por expresar su opinión de forma esporádica, que es ni más ni menos lo que hacemos los que habitualmente colaboramos en esta columna, si bien hay que advertir que no coincidimos con el furercito ni en el contenido de las opiniones, ni mucho menos en el estipendio percibido por expresarlas. No cabe duda de que este «Bienpagao» debió de advertir algún tufillo o quizá algún hedor de ilegalidad en su proceder, que podría infringir el régimen de incompatibilidades de los cargos públicos. Así parece desprenderse del hecho de que para cobrar la pasta concibiera la ingeniosa y, sobre todo, original idea de crear una sociedad limitada interpuesta, con el nombre de Famaztella S.L., que nadie jamás podría sospechar se trataba de un acrónimo que quería decir Familia Aznar Botella. El objeto social de la sociedad, constituida el 15 de junio de 2004 con un capital social de 3000 euros, es actualmente la explotación de los derechos de propiedad intelectual tanto de José Mari como de Ana, que al parecer también emite esporádicamente opiniones remuneradas regularmente. Además añadamos el sueldo como expresidente, lo que Ana cobrará como teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid, un contrato con Editorial Planeta de 600.000 euros por escribir tres libros y con eso y alguna chapucilla que sale de vez en cuando se ganan la vida honradamente, sin que les falte de comer.

Tras el parné anda también Grande Marlaska en su alocado sprint final en el Central 5, antes de que llegue «Grandísimo» Garzón y le quite el juguete. Esperpéntico todo lo que está pasando con esta operación. Injusto, ilegal, todo lo que se quiera. Pero a mí lo que más me llama la atención es ver al aitxitxe Atutxa en el centro de la foto de las tropas de apoyo y clamando al cielo. Cuando a otros nos metieron a la cárcel por lo mismo que a su amiguete le imponen ahora una fianza, nos acusaba no ya de colaboración, sino de pertenencia, incluso después de ser absueltos por el Tribunal Supremo, cuya decisión se pasó por el arco del triunfo. ¿Camaleón ó cocodrilo? -