ESTRASBURGO
El itinerario del Tour 2006 cuenta con menos montaña y más kilómetros contrarreloj individual, pues se ha eliminado la habitual crono por equipos. Un trazado que no es nada malo para corredores que se defiendan bien en el crono y con soltura en la montaña para ocupar el trono de Lance Armstrong.
La gran montaña pierde mucho protagonismo y como en la edición anterior tan sólo habrá tres finales en alto, los de la estación española de Pla de Beret (11ª etapa), considerada como la reina de los Pirineos al estar por medio El Tourmalet, el Aspin, el Peyresourde y el Portillon. Los otros dos están en las montañas alpinas, la llegada al mítico Alpe D’Huez (15ª) que arrancará en Gap y por medio se encuentran el Izoard y Lautaret. El tercero y el último entre Bourg D'Oisans y llegada en Toussuire (16ª) tras el Galibier y la Cruz de Hierro.
Los escaladores, además de esos tres finales en alto, tiene un par de jornadas más en las que deben de acaparar el protagonismo. Se trata de la 10ª entre Kambo y Pau, con los altos de Soudet y Marie Blanque como dificultades.
La última oportunidad para los corredores que tienen su fuerte en la montaña será en la 17ª, la que lleva a los ciclistas de Saint Jean de Maurienne hasta la estación de Morzine, siendo los altos más complicados la Colombiére y Joux de Plane en la parte final de la jornada.
Las cronos largas llegan en la 7ª etapa, sobre 52 kilómetros, y en la 19ª, de 57 kilómetros más exigentes.
Inicio en forma de prólogo
La convulsa 93ª edición del Tour arranca en
Estrasburgo con los primeros 7,1 kilómetros, en un circuito completamente llano
e ideal para corredores acostumbrados a mover grandes desarrollos. Zabriskie
(CSC)es
el gran favorito.
