Saunier Duval estuvo ayer ajeno a todo el revuelo organizado con las consecuencias de la Operación Puerto. El único ciclista del equipo que en algún medio ha aparecido implicado es Carlos Zárate, que no está en el Tour, pero Matxin negaba que figure en el sumario y desde el equipo se trasmite que se le ha confundido con otro ex Kelme.

Por eso en Saunier hay tranquilidad dentro de la preocupación que vive todo el pelotón ciclista porque no está envuelto en el escándalo y, sobre todo, porque llega a la gran carrera tras una extraordinaria temporada. Aunque perdió el pasado invierno a la mayoría de sus mejores corredores ­Garate (Quick Step), Horner (Davitamon), Zaballa y Rodríguez (Caisse d’Epargne) y Cuesta (CSC)­ por sus limitaciones económicas como equipo con menos presupuesto del UCI Pro Tour, lejos de bajar su gran bagaje de victorias ha ganado carreras de gran nivel con seis ciclistas distintos ­con mención especial a Marchante (País Vasco), Cañada (Volta) y Gil (Euskal Bizikleta y segundo en Suiza) y Piepoli (dos etapas en el Giro) y además ha sido el gran animador de la gran prueba italiana con el podio final para Gilberto Simoni.

Ya reaccionó de igual manera el año anterior cuando Phonak se llevó a Martín Perdiguero tras un estreno a lo grande en profesionales del Saunier con dieciocho victorias, entre las que destacaron las ocho del madrileño ­entre ellas Volta y Clásica­ y dos etapas en la Vuelta con Piepoli y Zaballa.

La mayoría de los corredores atribuyen tras sus victorias un gran mérito a la confianza que les trasmite su director, el basauritarra Joxean Fernández Matxin, el artífice de que Saunier logre resultados que están muy por encima de su presupuesto. «No sé si el secreto radica en la confianza que tengo yo en mis corredores, pero sí es cierto que ellos lo dicen. Llegan ciclistas que no tienen un palmarés importante, como Perdiguero, gana ocho carreras, se marcha y no tiene el mismo nivel. Y está pasando con otros. Para mí el ciclismo es una pasión y una ilusión. Voy a cada carrera con muchas ganas e intento trasmitir mi ilusión. El ambiente se contagia y se acaban logrando resultados. Yo palpo que los corredores me atribuyen mérito de sus triunfos, muchas victorias van acompañadas de un agradecimiento que es mutuo. Yo a los corredores les trasmito que apuesto por ellos 150%, que tienen calidad y quiero que den por mí ese 150%. Y si obtienen resultados tendrán mejores contratos. Procuro todas las semanas estar en contacto con los corredores para convencerles, darles confianza y en cierta medida presionarles porque si durante la semana me dicen que están bien el día de la carrera deben demostrarlo».

«Les animo a marcharse»

Lo demuestran, pero eso provoca que suban la cotización y dejen el equipo. «Firmamos dos años a corredores y al cumplirlos sus cifras de mercado son cuatro veces lo que les pagamos. Si les pagamos eso tendrían que hacer cuatro veces más y no puede ser. Por eso se van a equipos que les pagan cuatro veces más para intentar que hagan lo mismo que con nosotros, cosa que luego no pueden repetir. Además les animo a irse porque les deseo lo mejor y la profesión de ciclista es muy corta y deben aprovechar las ofertas. Y se van y mantengo una amistad grandísima, por ejemplo con Perdiguero quedo cuando puedo para cenar».

Por ello cada año se le van los mejores ciclistas, pero Saunier siempre consigue atraer a buenos sustitutos, como éste año a Gilberto Simoni y Koldo Gil. «Siempre los periodistas hablaban de que se me desmantelaba el equipo, pero yo estaba muy tranquilo. Cuando alguien importante se marcha alguien importante viene y así han venido Simoni, Millar y Koldo Gil».

El navarro no ha venido al Tour a pesar de su gran estado de forma. «Para mí los calendarios se fijan en octubre. Todos saben sus objetivos y dónde tienen que competir. Tenía que estar en forma en País Vasco, por una lesión de rodilla no pudo, pero trabajó bien y lo demostró en la Euskal y en Suiza, donde sólo un vendaval le impidió ganar a un rival como Ullrich. Estoy muy contento con el rendimiento, lo más fácil era traerlo al Tour, pero no lo hago para que llegue al 100% a la Vuelta».

«Simoni es un crack»

Pero la incorporación estrella ha sido la de Simoni, ayudado por las circunstancias. «Iba a fichar por el sucesor de Fassa Bortolo. Al no salir había varios equipos interesados, le ofrecimos un contrato similar al mejor y con las mismas cantidades decidió venir con nosotros».

La gente podía pensar que era una apuesta arriesgada por sus problemas con Cunego en Lampre y porque a sus 34 años podía comenzar su declive, pero ha vuelto a subirse al podio del Giro por séptima vez en los últimos ocho años y sobre su carácter, cuestionado por sus declaraciones contra Basso, Matxin sólo tiene elogios.

«Quien hable mal de Simoni es porque no le conoce. Es un crack como corredor, pero también como persona, líder y compañero. Siempre está pendiente de los demás para ayudarles. No lo digo yo, lo han dicho públicamente corredores que han estado en su equipo y que prefieren ocho veces más trabajar para él que para Cunego. Lo que dijo sobre Basso era cierto y estaba justificado. No se le puede decir a un corredor que sólo va a por la general y que no disputará la etapa y a falta de cinco kilómetros rectificar que no ha dicho eso y dejarle tirado por la carretera», explica.

Simoni afronta el Tour con un objetivo claro. «Va a por etapas, especialmente por la de Alpe d’Huez. Es uno de los pocos corredores que ha ganado etapas en las tres grandes y este año vamos a intentar hacer un gran Tour tras su gran Giro. Dejamos claro que no va a luchar por la general. Buscará su etapa y ayudará a Marchante a encontrar un hueco lo más adelante posible en la general. Nos marcamos un objetivo ambicioso y alcanzable, acabar entre los diez primeros. Tiene calidad suficiente para afrontarlo. Además Ventoso intentará meterse en los sprints y los demás buscarán sus oportunidades».

Varias opciones para lograr el éxito en la única prueba en la que aún no lo ha logrado. Matxin recuerda que «el año pasado estuvimos cerca de ganar una etapa con Horner, le cogieron a poco de meta. Lo hicimos bien, aunque faltaron resultados. Este año todo el mundo habla de que nos falta hacer algo en el Tour y nadie analiza que llevamos dos años y medio en el mundo profesional, que es poco y nos exigen como a un Baleares. No me agrada. Hemos conseguido cosas que otros han logrado en más tiempo. Y hay que recordar que Saunier sólo ha corrido otro Tour. Hay algún equipo que lleva diez años sin ganar ninguna etapa y nosotros en una participación casi lo conseguimos y lo conseguiremos. Llevamos sólo tres años, tenemos asegurado el futuro hasta el 2010, y aunque parezca una bilbainada, queremos ser el mejor equipo del mundo en el plazo más corto posible». Una frase que refleja a la perfección la ambición de Matxin que provoca que el Saunier sea el que mejores resultados logra en función de su presupuesto. -