En la misma ciudad en la que unos cuantos ciclistas van a adentrarse en el mismo túnel de incierto final, saldrá de él David Millar, el corredor del Saunier Duval que reaparece hoy en el Tour tras cumplir sus dos años de sanción y de ruina económica y personal como consecuencia de su implicación en un caso de dopaje.

Nacido en Malta hace 29 años, aunque de nacionalidad escocesa y vasco de adopción tras fijar su residencia en Biarritz, Millar vio en un día cómo su vida cambiaba por completo al explotar en 2004 el escándalo en el Cofidis. Fue desposeído del título mundial contrarreloj conseguido en Hamilton el año anterior, cuando acabó vigésimo en la clasificación de la UCI tras ganar además una etapa en el Tour y otra en la Vuelta. Había querido ser líder en la gran carrera francesa y lo logró en 2000 y después se propuso el objetivo de ganar la general, pero todas sus ambiciones se desvanecieron de repente.

Millar perdió todo lo que había conseguido y se abandonó a una mala vida de la que Matxin ha querido sacarle: «Es una apuesta personal mía. Es un súper fuera de serie, un crack que tiene una materia prima importante y he querido darle una oportunidad a alguien que se ha equivocado. Se la vamos a dar para redimir esa equivocación. ¿Qué mejor opción que firmar con un equipo Pro Tour y disputar su primera carrera en el Tour con una prólogo de siete kilómetros para demostrar su gran clase? Es el escenario ideal, perfecto para responder a la apuesta que yo personalmente he hecho por él. Estoy convencido de que Millar ganará el prólogo. Hemos hecho varios test y el nivel suyo es para afrontar el prólogo con opciones muy serias de victoria y para algo más».

Considera Matxin que Millar ya ha pagado demasiada condena porque no sólo perdió un título mundial, fue sancionado por dos años y despedido de Cofidis. «Ha perdido todo el dinero porque tras sus declaraciones el Gobierno francés le retuvo todas sus cuentas y se lo quitaron todo. Ha llevado una mala vida. Ha hecho público que tuvo problemas graves con el alcohol, de desfase. Pasó del cielo al infierno, pero merece una oportunidad y hemos confiado en él. Una persona cuando está herida tiene más rabia por hacer las cosas bien. Si encima eres un fuera de clase y te sales en todos los aspectos y le ayudas y le convences, le mentalizas y le das una segunda oportunidad tienes muchos argumentos para que el resultado sea positivo. Tengo muchas esperanzas puestas en David». No será fácil ganar hoy, ya que Zabriskie parte como gran favorito.