GASTEIZ
Los análisis de las aves muertas en Araba, recogidas con posterioridad al hallazgo del primer caso de gripe aviaria en Euskal Herria, han dado negativo, por lo que por el momento hay un único caso de esta enfermedad, informó ayer el Gobierno de Gasteiz. El laboratorio Neiker, situado en la localidad vizcaina de Derio, ha analizado las muestras y aves recogidas en el humedal de Salburua, en Gasteiz, desde la detección del caso de gripe aviaria en la zona la semana pasada, que han dado negativo.
Este fin de semana se recogieron dos aves muertas en la misma zona en la que apareció el somormujo infectado por el virus H5N1, y otras doce en el resto de Araba. En total, el laboratorio de Derio ha analizado estos días muestras de más de cincuenta aves recogidas en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, todas ellas con resultados negativos. Las aves analizadas han sido de especies muy variadas.
Por otra parte, ayer la Diputación alavesa terminó el censo de las explotaciones de aves en un radio de tres kilómetros en torno al humedal de Salburua, todas ellas en explotaciones familiares o domésticas. Se han contado 500 aves diferentes, sobre todo gallinas, tórtolas y pollos. El segundo perímetro de vigilancia incluye diez kilómetros alrededor del humedal de Salburua. En ésta segunda área se está realizando todavía el censado de aves.
El control del entorno de Salburua durará 21 días, hasta comprobar que no hay más casos de gripe aviaria. Durante estas tres semanas quince veterinarios y treinta guardias forestales vigilarán la zona.
La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, explicó ayer que desde que comenzaron los controles hace unos meses, en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se han efectuado hasta el momento 750 análisis de muestras de aves silvestres, rebasando las recomendaciones europeas.
Además, en estos meses se han tomado muestras de todas las explotaciones avícolas de la CAV. La vicelehendakari consideró que el problema «se está entendiendo por parte de la sociedad vasca» y agradeció «el grado de madurez demostrado», así como la «seriedad y eficacia de las diferentes instituciones públicas implicadas».
También el diputado general de Araba, Ramón Rabanera, lanzó ayer un mensaje de tranquilidad a la población, y subrayó que él va a «comer pollo todos los días que pueda».
Rabanera destacó que «se trata de un tema de sanidad exclusivamente veterinario que no afecta a los humanos». Informó asimismo de que el diputado de Agricultura se reunió anteayer con los cazadores del herrialde «a quienes se les explicó la situación por si esto fuera a más, que esperemos que no».
Preguntado por la reunión que mantendrá hoy la Comisión Interinstitucional, Rabanera insistió en que se cumplirá el protocolo y en que se dará «una mayor transparencia a todos los acontecimientos que ocurran», pero «en coordinación con las otras instituciones porque es nuestra responsabilidad».
En este sentido, pidió que no se cause «ningún tipo de alarma en la población, porque no hay por qué». «Es cierto que me hubiera gustado que este ave hubiera aparecido a 4.000 kilómetros de distancia de Vitoria, pero tampoco es una cosa angustiosa», concluyó.
Críticas del PSE
El parlamentario del PSE José Luis Anda, por su parte, solicitó ayer la comparecencia urgente del consejero de Agricultura de Lakua, Gonzalo Sáenz de Samaniego, ante la Diputación Permanente del Parlamento de Gasteiz para que informe sobre el hallazgo de Salburua y dé cuenta de las medidas que se están adoptando.Anda consideró que «hay suficientes elementos oscuros en todo este caso que necesitan aclaraciones urgentes». Añadió que «no se entiende por qué habiéndose declarado el humedal de Salburua como área de seguimiento especial, que obligaba a intensificar los muestreos de animales sensibles, no se ha detectado antes un caso de infección y haya tenido que ser un particular que paseaba por la zona quien ha alertado del problema».
Anda cuestionó también la «descoordinación entre la Diputaciónforal de Alava y el Gobierno vasco», y señaló que «en Alava han vuelto a fallar todos los controles puestos en marcha por las administraciones públicas». «Se vuelve a poner de manifiesto la fragilidad de los sistemas de alerta puestos en marcha por nuestras instituciones, por lo que se debe revisar a fondo nuestro sistema de detección actual», concluyó.