El TSJN rechaza que se reanude la planta de biometanización de Arazuri
El Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa (TSJN) ha rechazado en un auto el intento de la Mancomunidad de Servicios de Iruñerria y el Gobierno navarro de proseguir con las obras de construcción de una planta de biometanización en los municipios de Arazuri y Gongora, a pesar de que esta misma instancia judicial ya paralizó los trabajos a finales del año pasado. Los demandantes querían proseguir con el proyecto hasta que decidiera el Tribunal Supremo español.
IRUÑEA
En febrero pasado, un total de 179 vecinos de la localidad de Arazuri dijeron no a una planta de biometanización, mientras que otros 48 la apoyaron. Era el penúltimo revés a este proyecto impulsado por la Mancomunidad de Servicios de Iruñerria, que pretende ser la alternativa al enterramiento o la incineración elegida por Nafarroa para cumplir las directrices de la UE que obligan a reducir drásticamente el enterramiento de basuras antes de 2009. El último varapalo ha sido el auto dictado por el Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa (TSJN), que niega a la Mancomunidad seguir con unas obras, aunque sea de manera cautelar, que ya fueron paralizadas en su día.Este proyecto de una planta de biometanización fue anulado por una sentencia de enero de 2005 que se hizo efectivo en octubre, cuando las obras se detuvieron. El argumento del TSJN era que no se respetaba en el lugar de emplazamiento el régimen de distancia establecido por un decreto estatal y que determina 2.000 metros a contar desde el núcleo de población más próximo. El lugar de emplazamiento estaba a menos de 900 metros de Arazuri. El segundo motivo por el que paralizó el plan fue por no haberse hecho un estudio de alternativas al propio proyecto y las ubicaciones posibles. Esa sentencia anulatoria la recurrió la Mancomunidad y el propio Gobierno navarro ante el Tribunal Supremo español, cuya decisión última no se espera hasta, al menos, dentro de un año.
La Mancomunidad recurrió
Hasta que llega esa sentencia firme, la Mancomunidad no se ha quedado quieta y trató de que, mientras el Tribunal Supremo decide, el de Iruñea, que anuló el proyecto, diera autoridad para continuar las obras con el argumento de que estamos ante un plan subvencionado por la Comunidad Europea en nada menos que 7,6 millones de euros, cuya subvención se perderá si no se acaba antes del próximo 31 diciembre de este año.Pero el TSJN le acaba de decir una vez más que no, que no es posible continuar con los trabajos a la espera de que el Supremo se pronuncie. Según el abogado José Luis Beaumont, que defiende a la parte contraria al proyecto, el tribunal navarro «entiende que el Supremo ratificará su sentencia, ya que en otra del 19 de julio de 2004, con los mismos argumentos legales, anuló la implantación de una planta de residuos tóxicos en Arazuri por no respetar la distancia a poblaciones. Son casos distintos, pero similares, y el Tribunal de Iruñea cree que se ratificará su sentencia». Este último auto del TSJN establece que «la pretensión de que se alce y deje sin efecto la medida cautelar por la que se acordó la paralización de las obras, no puede ser acogida por ir en contra» de lo que se estableció en la sentencia, es decir, que «las medidas cautelares estarán en vigor hasta que recaiga sentencia firme». Beaumont asegura que «sí esperábamos que este último auto fuera en este sentido, aunque los intereses económicos que presionaban eran muy fuertes y había muchas insistencias. Pero, al final, no han podido. Aunque también damos por hecho que la Mancomunidad recurrirá la decisión». Este abogado, que lo es también de la Coordinadora de Itoiz, valora este auto en el sentido de que «se pone veto al intento de la Mancomunidad de seguir la película de hechos consumados. Algo parecido a lo de Itoitz, aunque esta vez, felizmente, de momento no se ha autorizado». Los vecinos descargan
cualquier culpa
«179 vecinos frente a la UE. Un pequeño concejo hará perder a Navarra una subvención europea de 7,6 millones de euros para una planta de basuras». Era el titular de un periódico tras la negativa vecinal de Arazuri. Los vecinos siempre han aclarado que «no somos responsables de la paralización de las obras, ni de los perjuicios económicos por pérdidas de subvenciones europeas o por los millones de euros gastados. Somos unos ciudadanos más que sufrimos esos mismos perjuicios por la irresponsable y prepotente actuación de los sucesivos dirigentes de la Mancomunidad». -
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