DONOSTIA
El defensa de la Real Sociedad Igor Jauregi es la primera baja del equipo en esta pretemporada que, por culpa de un problema vírico, ni siquiera ha llegado a iniciar y que da continuidad a un cúmulo de desafortunadas circunstancias en las últimas temporadas que compromete seriamente su concurso para la próxima campaña. «Confío en la recuperación de Jauregi. Si no, tendremos que tomar una decisión», con estas palabras se refería en su última conferencia de prensa el entrenador Jose María Bakero a la actual situación del jugador guipuzcoano que, hasta hace muy poco, había sido la principal referencia defensiva del equipo pero que en las últimas temporadas padece continuas lesiones que le impiden jugar con asiduidad.
La pasada Liga casi la pasó en blanco por diversos problemas musculares y un virus que le impidió apoyar a sus compañeros en una de las temporadas más complicadas de toda su historia. Isquiotibiales, tobillo y talón de Aquiles han sido otros de los múltiples problemas que ha sufrido el jugador realista.
Esta pretemporada no ha podido entrenarse al seguir sufriendo esa infección gástrica por helicobacter pilori que le obliga a someterse a diversas pruebas médicas. La Real, por si acaso, ha paralizado la cesión del joven Mikel González a Las Palmas ya que Bakero quiere ver su rendimiento con la primera plantilla.
Al que le sonríe más la fortuna es la portugués Fabiano
Rossato quien, tras estar cedido la pasada temporada, podría seguir en Donostia,
ya que su juego convenció a Bakero y quiere seguir sus evoluciones.